Una tarde de verano que parecía perfecta en Chicago terminó siendo una pesadilla para un grupo de 120 turistas que disfrutaban de un tranquilo paseo en barco por el río de la ciudad. Lo que debía ser una excursión para admirar la arquitectura de Chicago, se convirtió en uno de los incidentes más vergonzosos protagonizados por la famosa banda de rock estadounidense, Dave Matthews Band.
Era el 8 de agosto de 2004, y los pasajeros a bordo del barco turístico Chicago’s Little Lady navegaban bajo el puente Kinzie Street cuando, de repente, se vieron cubiertos por una lluvia de «lodo marrón-amarillento». El origen de esta desagradable sorpresa fue el autobús de la banda, que vació su tanque de desechos justo cuando pasaba sobre el puente.
El conductor del autobús, Stefan Wohl, fue el responsable de abrir el tanque de residuos, lo que resultó en que más de dos tercios de los pasajeros fueran empapados con los 800 libras de desechos. Entre las personas afectadas había niños, ancianos y mujeres embarazadas, quienes quedaron horrorizados ante el insólito incidente.
Tras el evento, el autobús fue identificado como propiedad de la Dave Matthews Band, lo que desencadenó una investigación y acciones legales. Wohl recibió 18 meses de libertad condicional, 150 horas de servicio comunitario y una multa de $10,000. La banda, por su parte, aceptó pagar $200,000 al estado de Illinois y contribuciones adicionales a organizaciones locales, como el Chicago Park District y Friends of Chicago River.
Aunque el suceso quedó marcado en la historia de Chicago como un escándalo icónico, algunos, como la pasajera Lynn LaPlante, ahora recuerdan el incidente con humor. Sin embargo, para otros, aquel día siempre será recordado como uno de los peores momentos en la historia del turismo en la ciudad.