La Organización Meteorológica Mundial (WMO) ha publicado su informe sobre el Estado de los Recursos Hídricos Mundiales de 2023, y los resultados son preocupantes. En los últimos cinco años, se han registrado algunos de los niveles más bajos en caudales de ríos y embalses a nivel global en casi tres décadas, afectando gravemente a comunidades, agricultura y ecosistemas.
El informe atribuye esta situación a las altas temperaturas de 2023, que fueron 1.45°C más elevadas que los niveles preindustriales, convirtiéndolo en el año más caluroso hasta la fecha. Además, fenómenos climáticos como La Niña y El Niño generaron un clima extremo, desde sequías devastadoras hasta intensas lluvias e inundaciones.
El estudio, que analizó datos de más de 35,000 pozos en 40 países, destacó que en Asia y Oceanía, cuencas fluviales importantes como las de los ríos Brahmaputra, Mekong y Ganges presentaron caudales por debajo de lo habitual. En América, la sequía y la disminución de los ríos, como el Amazonas, cuyo caudal se redujo en un 82% desde abril, tuvieron serias consecuencias económicas, impactando incluso el PIB de Argentina.
Por el contrario, algunos países como Reino Unido, Irlanda y Filipinas experimentaron aumentos inusuales en los caudales de sus ríos durante 2023. En África, eventos extremos como el colapso de represas en Libia causaron la muerte de más de 11,000 personas, haciendo de este continente el más afectado en términos de pérdidas humanas por desastres hídricos.
Finalmente, en cuanto a los glaciares, el informe señaló la pérdida de más de 600 gigatoneladas de masa en 2023, la mayor cifra en los últimos 50 años. Fue el segundo año consecutivo en el que todas las regiones del mundo reportaron pérdidas significativas de hielo, especialmente en Europa, Escandinavia, Canadá y los Andes.