Tres pescadores en la costa de Labrador, Canadá, jamás imaginaron que un día de pesca rutinario se convertiría en una misión de rescate inesperada. Cliff Russell, Allan Russell y Mallory Harrigan navegaban tranquilamente cuando notaron algo extraño en lo alto de un pequeño iceberg a la deriva. Desde lejos, parecía ser una foca, pero al acercarse, la sorpresa fue absoluta: se trataba de un zorro ártico, empapado, asustado y al borde de la inanición.
Según relataron, el animal probablemente quedó atrapado al intentar buscar comida sobre un fragmento de hielo que se desprendió y flotó mar adentro. Ante la escena, los pescadores no dudaron ni un instante. Determinados a salvar su vida, se acercaron cuidadosamente al iceberg y, tras varios intentos, lograron subir al zorro a bordo de su barco, el «Northern Swan».
El rescate no fue sencillo. «Intentaba escapar de nosotros, tuvimos que romper el hielo y usar una red para atraparlo», explicaron. Una vez en el barco, el zorro exhausto se acurrucó en un rincón y durmió durante horas. A pesar de rechazar las primeras ofrendas de comida, finalmente recuperó fuerzas al probar salchichas que le ofrecieron los pescadores.
De regreso a tierra firme, el zorro fue liberado en su hábitat natural, cerca de la Bahía de William, donde los pescadores aseguran haberlo visto merodear desde entonces.
La historia, que ocurrió hace algunos años, volvió a hacerse viral gracias a las redes sociales. «Estábamos preparando el cebo cuando vimos a un zorro perdido a más de 4 millas de tierra firme. ¡Esperamos que se recupere!», publicó Alan Russell en su cuenta de Facebook.
Este conmovedor gesto de los pescadores no solo salvó una vida, sino que también demostró que, incluso en las condiciones más adversas, el instinto humano de proteger puede marcar la diferencia.