Hace poco se descubrió que dos cenotes de México (Dos Ojos y Sac Tun) estaban conectados y en realidad se trataba de la cueva inundada más grande del mundo. A ese descubrimiento se le suma otro todavía más interesante, en Sac Actun, en el sureste de México, se encontraron huesos de fauna extinta hasta hace casi 2.6 millones de años, convirtiéndolo en el sitio arqueológico sumergido más importante del mundo.
En el laberinto de casi 350 kilómetros de largo se encontraron huesos de fauna extinta del Pleistoceno, como: elefantes antiguos, perezosos gigantes y osos de hasta hace 2.59 millones de años. Todo un hallazgo.
«El lugar tiene 248 cenotes y 198 contextos arqueológicos»
A todos estos descubrimientos, que datan de las últimas glaciaciones, se les suman las denominadas «zonas de interacción», diferentes cuevas en las que hubo mano de obra humana, ya que tienen muros, pasillos, altares, adoratorios, escalinatas y petrograbados.
Sumergidos en el agua se han encontrado elementos que se piensan que fueron utilizados en rituales. Desde cerámicas, pasando por incensarios y hasta huesos humanos, los cuales sorprenden por su grado de conservación.
La contaminación es una amenaza
La contaminación amenaza al cuevas Sac Actun, ya que debido al desarrollo se pueden ver afectadas las aguas cristalinas de las cuevas.
Algunos de los lagos sumideros, que hoy sirven como entradas al sistema de cuevas, son utilizados por los turistas para bucear y nadar. Además, la carretera principal, en el estado de la costa caribeña de Quintana Roo, que corre directamente sobre algunas partes de la red de cuevas, colapsó en los sumideros.
Sumado a todo esto, la cueva con el cráneo incrustado en las paredes tiene altos niveles de acidez, lo que sugiere que la escorrentía ácida de un vertedero al aire libre cercano podría dañar los restos óseos.