Lo que parecía ser una noche tranquila en el Aeropuerto Internacional Charlotte Douglas, en Carolina del Norte, se convirtió en una escena de emergencia médica y confusión. Una aeronave de American Airlines, lista para operar el vuelo 2055 con destino a Los Ángeles, activó protocolos internos tras detectarse un fuerte olor no identificado en su interior, antes del abordaje de pasajeros.

El incidente ocurrió el viernes 27 de junio, alrededor de las 9:00 p.m., y dejó a siete empleados hospitalizados: seis miembros de la tripulación y un agente de puerta, todos con síntomas respiratorios relacionados con la exposición al misterioso olor.
¿Qué provocó la emergencia?
Aunque inicialmente se sospechó una posible fuga de combustible de aviación (jet fuel), las mediciones realizadas por sensores especializados no detectaron sustancias tóxicas ni vapores nocivos. Aun así, por precaución, se procedió a retirar el avión del servicio para una inspección exhaustiva.
Suspensión del vuelo y caos operativo
El vuelo 2055 fue cancelado, y el incidente coincidió con una jornada crítica: tormentas eléctricas y fallos en los sistemas internos de la aerolínea provocaron un “ground stop” temporal. El resultado: más de 730 vuelos demorados y 130 cancelados en el aeropuerto, uno de los más transitados del este de EE.UU.
¿Qué pasó con los afectados?

Los siete trabajadores fueron trasladados a centros médicos locales y, según los reportes, dieron el alta tras observación sin complicaciones mayores. Afortunadamente, ningún pasajero llegó a abordar la aeronave y no hubo necesidad de evacuar otras zonas del aeropuerto.
¿Se sabe qué sustancia causó el problema?
Hasta el momento, ni American Airlines ni la Administración Federal de Aviación (FAA) han revelado los resultados de la investigación técnica. La compañía no ha informado si el avión volverá al servicio, ni si se implementarán nuevos protocolos.
Lo cierto es que, aunque no hubo heridos graves, el incidente dejó al descubierto lo vulnerable que puede ser una operación aérea ante sustancias desconocidas. Mientras se esperan respuestas oficiales, el caso suma un nuevo capítulo a la lista de emergencias inesperadas en el mundo de la aviación comercial.