Un vuelo de JetBlue vivió momentos de máxima tensión en el Aeropuerto Internacional de Orlando, Florida, cuando la aeronave con destino a Massachusetts se salió de la pista mientras se preparaba para despegar. El incidente, que ocurrió el viernes 4 de julio antes de las 10 a.m., provocó un importante despliegue en tierra y obligó a evacuar el avión de forma inmediata.
El vuelo 488, que debía volar hacia Worcester, sufrió una aparente falla en el tren delantero, lo que provocó que el avión se deslizara fuera del taxiway y terminara sobre el césped. Según los primeros reportes, el piloto comunicó a la torre de control que el avión no tenía frenos ni dirección: “No podemos. Estamos intentando detener la aeronave”, se lo escucha decir en registros de audio del incidente.
Desembarco seguro pero con horas de demora
A pesar de la gravedad del momento, no se reportaron heridos entre los pasajeros ni la tripulación. Todos fueron evacuados con éxito y trasladados en autobús desde la pista hasta la terminal. Sin embargo, el episodio provocó un retraso superior a las cuatro horas, alterando por completo los planes de viaje de decenas de personas a bordo.
JetBlue informó que se está realizando una investigación exhaustiva en conjunto con las autoridades correspondientes para determinar la causa de la falla técnica. Aunque no se reveló cuántos pasajeros iban a bordo, el caso ya generó preocupación sobre los protocolos de seguridad de la aerolínea, especialmente porque no es el primer incidente reciente.
¿Problemas recurrentes?
Este episodio en Orlando ocurrió apenas tres semanas después de que otro avión de JetBlue se saliera de la pista en el aeropuerto de Boston tras aterrizar, también por problemas con la dirección. En esa ocasión, el avión procedía de Chicago y terminó en una zona de césped cerca de la pista 33-L.
Ambos casos han motivado una revisión de los procedimientos de operación en tierra de la compañía, y la Administración Federal de Aviación (FAA) ya se encuentra evaluando los informes técnicos para determinar si existe un patrón de fallas.
Mientras tanto, JetBlue insiste en que “la seguridad es la máxima prioridad” y ha iniciado una auditoría interna.
