Los pasajeros del vuelo 2809 de Delta Air Lines, que partió desde Minneapolis y aterrizó el sábado por la noche en San Francisco, vivieron una escena digna de una película policial. Momentos después de tocar pista —y tras un segundo intento de aterrizaje debido a la densa niebla—, un grupo de agentes federales y locales ingresó abruptamente a la aeronave y arrestó al copiloto frente a un centenar de pasajeros sorprendidos.
El operativo ocurrió alrededor de las 21:35 horas en el Aeropuerto Internacional de San Francisco. Testigos relataron que al menos diez oficiales armados y con chalecos identificados como parte de Homeland Security Investigations (HSI) y air marshals caminaron por el pasillo hasta la cabina, donde esposaron al copiloto y lo retiraron por una de las puertas entre primera clase y clase turista.
Una pasajera describió el momento como “impactante y desconcertante”, señalando que no recibieron explicaciones inmediatas. “Un grupo de personas con placas, armas y chalecos de diferentes agencias avanzó por el pasillo hacia la cabina de pilotaje”, relató en un correo al San Francisco Chronicle. Poco después, otro grupo de agentes regresó para recoger los efectos personales del copiloto.
Hasta el momento, las autoridades no han revelado el nombre del detenido, aunque una fuente citada por Fox News sugirió que la detención estaría vinculada a delitos relacionados con material de abuso sexual infantil. Sin embargo, las agencias involucradas no han confirmado oficialmente esta versión.
La Oficina del Sheriff del Condado de Contra Costa lleva adelante la investigación con apoyo de HSI. La aerolínea Delta se limitó a remitir todas las consultas a las autoridades competentes y no emitió declaraciones sobre lo sucedido.
La tensión aumentó entre los pasajeros cuando el piloto que quedó a cargo les dijo: “No tengo idea de lo que acaba de suceder”, en medio de la confusión general.

Este episodio se suma a otra polémica reciente que afecta a Delta: días antes, un piloto de la compañía fue retenido en Ámsterdam tras supuestamente no pasar un control de alcoholemia, aunque la investigación continúa.
Con dos incidentes graves en menos de una semana, Delta enfrenta un nuevo golpe a su reputación, mientras el arresto del copiloto del vuelo 2809 sigue bajo la lupa de investigadores federales y locales.
