Un martes trágico se vivió en las costas de Tarragona. Dos hermanos británicos, de 11 y 13 años, perdieron la vida tras ahogarse en la playa Llarga de Salou durante la noche del 29 de julio de 2025. El padre de los menores, que también se encontraba en el agua, logró ser rescatado con vida aunque en estado de gran agotamiento tras haber ingerido abundante agua.
El aviso al teléfono de emergencias 112 se recibió a las 20:47 horas. Al lugar acudieron siete unidades terrestres del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), además de un equipo de psicólogos para brindar apoyo a los familiares. En el operativo intervinieron también la Policía Local de Salou, los Mossos d’Esquadra y cinco dotaciones de los Bombers de la Generalitat.
Según explicó el jefe de la Policía Local de Salou, José Luis Gargallo, el mar se encontraba “bravo” y bajo bandera amarilla, lo que advertía del peligro. Los tres habían ingresado por una zona rocosa, pero las fuertes corrientes arrastraron a los menores hasta 100 metros mar adentro, sin que pudieran sobrevivir.
La tragedia se suma a otro fallecimiento ocurrido el mismo día en Cambrils, donde un turista alemán de 54 años murió ahogado en la playa del Cap de Sant Pere. El aviso llegó al 112 alrededor de las 18:30 horas. Aunque el SEM desplazó cuatro unidades terrestres, el hombre no pudo ser reanimado. La Guardia Civil asumió la investigación a través de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Tarragona.
Con estos dos nuevos fallecimientos, el número de muertes en las playas catalanas desde el inicio de la campaña de verano (15 de junio) asciende a 16 víctimas, cinco más que en el mismo periodo de 2024, marcando un inicio de verano negro en la región.
