En Mendoza, cuatro turistas provenientes de la provincia de Buenos Aires fueron sancionados tras ser identificados como los responsables de haber vandalizado con aerosol las rocas del Dique Potrerillos, un reconocido atractivo turístico ubicado en el piedemonte mendocino.
El hecho se viralizó rápidamente en redes sociales, donde circularon imágenes y videos mostrando los nombres de los visitantes pintados sobre las piedras, lo que generó indignación en la comunidad y un fuerte reclamo social para que se aplicaran sanciones ejemplares.
La Justicia provincial resolvió imponer una multa de más de dos millones de pesos, que deberán abonar de forma conjunta en un plazo de diez días. Además, los infractores tendrán que cumplir 20 horas de trabajo comunitario en su ciudad de origen, en el municipio bonaerense de Carlos Casares, donde deberán realizar tareas de limpieza en espacios públicos.
Las autoridades aclararon que, en caso de incumplimiento, tanto el pago de la multa como las horas de trabajo comunitario se convertirán en arresto efectivo, lo que refuerza la gravedad de la sanción.
La decisión se tomó bajo el marco del Código Contravencional de Mendoza, que establece penas específicas para quienes dañen o degraden el medioambiente en zonas protegidas. Según remarcaron desde la provincia, el objetivo es enviar un mensaje claro sobre la importancia de cuidar los espacios naturales que forman parte del patrimonio de todos.
En paralelo, se realizó un operativo especial de limpieza en Potrerillos para remover los grafitis y devolver el área a su estado natural. El incidente reabrió el debate sobre la conciencia ambiental de los turistas y la necesidad de reforzar las campañas de educación y control en los principales destinos del país.
Este episodio se suma a una serie de casos recientes en distintas regiones turísticas de Argentina, que han puesto sobre la mesa la urgencia de proteger el entorno frente al creciente número de visitantes.

