En 2025, las autoridades estadounidenses reforzaron las inspecciones en todos los puntos de entrada al país para prevenir el ingreso de plagas y enfermedades que puedan afectar la agricultura, la ganadería y el medio ambiente. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) recordó que todo producto agrícola o de origen animal debe ser declarado al ingresar a Estados Unidos, sin importar la cantidad o el propósito de su transporte.
El incumplimiento puede derivar en multas que van desde USD 300 por una primera infracción hasta más de USD 10.000 en casos graves o reincidentes. Los artículos no declarados son decomisados y destruidos conforme a protocolos federales.
Entre los productos que requieren declaración se incluyen frutas, verduras, semillas, tierra, plantas vivas, carnes frescas o procesadas, lácteos, huevos y derivados, así como artículos preparados que contengan ingredientes de origen animal o vegetal. Muchos de ellos están total o parcialmente prohibidos según el estatus sanitario del país de procedencia.
La normativa aplica a turistas, residentes y ciudadanos estadounidenses, y cubre tanto el equipaje de mano como las maletas facturadas y vehículos terrestres. Incluso transportar accidentalmente tierra en el calzado puede motivar una inspección si se ha visitado una zona agrícola.

Para cumplir con la ley, los viajeros deben completar el Formulario 6059B de la CBP, marcando “Sí” si llevan cualquier producto agrícola o animal, y detallar su naturaleza durante la inspección. Declarar un artículo no garantiza que se permita su ingreso, pero reduce considerablemente el riesgo de sanción.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA-APHIS) recomienda consultar previamente las listas oficiales de productos permitidos o prohibidos y, en caso necesario, tramitar permisos especiales. Según CBP, la clave para evitar multas es simple: “Declarar todo, siempre”.
