La historia de Natalia Nagovitsina, alpinista rusa de 47 años, se ha convertido en una tragedia seguida en todo el mundo. La montañista permanece varada desde hace casi dos semanas en el Pico de la Victoria (Jengish Chokusu), en la cordillera del Tian Shan en Kirguistán, tras sufrir una fractura de pierna a 6.900 metros de altura, en temperaturas extremas de -23 ºC.
Pese a varios intentos de rescate en los últimos 10 días, las operaciones fueron suspendidas debido al mal clima y la peligrosidad del terreno. Incluso un alpinista italiano murió al intentar llevarle provisiones. La Federación de Montañismo de Kirguistán ya reconoció que es “altamente probable” que Nagovitsina no haya sobrevivido.
En medio de la conmoción, volvió a circular en redes un escalofriante video en el que la propia Natalia aseguraba que nunca temió a la muerte, sino a la posibilidad de perder sus extremidades por congelación. “No tenía miedo de morir. Tenía miedo de quedar discapacitada, de que me amputaran brazos o piernas, y entonces qué haría”, confiesa en el documental Stay with Khan Tengri: Tragedy on the Mountain (2022).
El archivo también muestra su faceta más humana: durante una expedición previa junto a su marido, Sergei, los rescatistas le pidieron que descendiera sola para salvarse, pero ella se negó. “Entiendo todo, pero no lo voy a dejar solo”, respondió con firmeza. Sergei moriría poco después tras sufrir un derrame y caer en la montaña, episodio que marcó para siempre a Natalia, quien regresó un año más tarde para colocar una placa en su memoria.
El Pico de la Victoria, con sus 7.439 metros, es considerado uno de los ascensos más difíciles del planeta, un lugar donde el cuerpo humano comienza a colapsar con rapidez. Según expertos, a esa altitud se pierde hasta un 10% de la capacidad vital del organismo cada día.
El caso de Nagovitsina vuelve a poner en debate los riesgos del montañismo extremo y el límite entre la pasión y la tragedia. Su imagen, aferrada a la montaña y a sus ideales, ya se convirtió en símbolo de resistencia y de la delgada línea que separa la vida y la muerte en las alturas.
Un comentario
Es un ser humano íntegro y excepcional, un ejemplo a seguir. Es una tragedia que nos causa conmoción y nos ofrece una lección de vida a la humanidad entera.
Un abrazo fraternal para ella y su pasión por la vida. Descansen en paz 🕊️ eterna su pareja y el otro alpinista italiano.