El influencer Dara Tah, originario de Irlanda, volvió a generar controversia tras publicar en TikTok un video donde intenta acercarse a una tribu aislada en la provincia de Papúa, Indonesia. La expedición, presentada como parte de un reto extremo, mostró un tenso encuentro con los indígenas y abrió un debate sobre los límites éticos del turismo y la exposición de comunidades vulnerables.
El tenso encuentro en Papúa
El clip, grabado el 26 de agosto, muestra a Tah y un grupo de turistas navegando en una barcaza de madera a través de la selva de Nueva Guinea. Al llegar a la orilla, se toparon con varios miembros de la tribu, quienes portaban lanzas y arcos, y lucían vestimentas tradicionales con plumas y hojas.
La tensión creció cuando uno de los indígenas apuntó su arco hacia el grupo, lo que desató alarma entre los visitantes. “Creo que nos están apuntando con arcos y flechas”, se escucha en el video, mientras Tah levanta el brazo en señal de saludo.
En un intento por acercarse, el influencer ofreció sal como muestra de buena voluntad. Sin embargo, la reacción fue negativa: uno de los líderes probó el mineral y lo escupió con desagrado. Ante la hostilidad, el guía local insistió en retirarse de inmediato: “Tenemos que irnos. No somos bienvenidos. Es realmente peligroso”. Tah reconoció luego que la experiencia fue “absolutamente aterradora”.
Reacciones y críticas en redes
El video superó el medio millón de “me gusta”, pero no tardó en generar un aluvión de críticas. Muchos usuarios cuestionaron la exposición de una comunidad aislada y la etiqueta de “tribu caníbal” utilizada por Tah, ya que no existe confirmación sobre sus prácticas ni identidad.
“Déjenlos en paz, y no son caníbales”, escribió un usuario, mientras otros subrayaron: “Solo son personas que viven tranquilas” o “¿Por qué están ahí en primer lugar?”.
@daratah Deep in the jungle of Papua… Just tried to make contact with a cannibal tribe LOL Will try again tomorrow. Wish us luck 😅 #cannibal #tribe #adventure #deadly #survival
♬ original sound – Dara Tah
El perfil de Dara Tah
Tah, con más de 827.000 suscriptores en YouTube y 721.000 seguidores en TikTok, ha construido su fama como “buscador de emociones fuertes”. Entre sus experiencias previas se incluyen convivir con mineros en un volcán activo en Indonesia, pasar 50 horas en un búnker nuclear en EE.UU. y visitar islas con fama de mortales, como la “Isla del Ántrax” en Escocia.
Su estilo de contenido lo ha posicionado en un nicho de turismo extremo, aunque cada vez con más cuestionamientos sobre la ética y los riesgos de sus aventuras.
Debate sobre los límites del turismo extremo
El caso de Tah reaviva la discusión sobre el contacto con comunidades aisladas. Papúa, al este de Indonesia, es hogar de tribus poco accesibles y con identidades protegidas. Especialistas recuerdan el caso de John Allen Chau, misionero estadounidense que murió en 2018 al intentar entrar en la isla Sentinel, en la India, habitada por una de las sociedades más aisladas del planeta.
Pese a la polémica y al riesgo evidente, Tah anunció que planea regresar al lugar, pidiendo a sus seguidores que le deseen suerte. Su decisión vuelve a poner sobre la mesa la pregunta: ¿dónde trazar el límite entre la aventura personal y el respeto por culturas que han elegido permanecer al margen del mundo moderno?


