Hubo un tiempo en que visitar un parque de atracciones era sinónimo de buscar emociones extremas. Solo los más valientes se animaban a subir a las montañas rusas más desafiantes, y las compañías competían por crear la atracción más alta, rápida o retorcida. Sin embargo, si has vuelto a un parque últimamente, es probable que hayas notado un cambio: la adrenalina ya no parece ser el objetivo principal.
Un informe de Business Explains The World confirma que esto no es solo una impresión. Durante los años 2000, solo en Estados Unidos se construyeron 246 montañas rusas, pero con el tiempo este número se redujo a la mitad, mientras que crecían las atracciones familiares e infantiles. La razón es clara: la industria ahora apunta a un público más amplio, priorizando experiencias que puedan disfrutar padres e hijos juntos.
Chris Reynolds, ingeniero de montañas rusas, explica que este cambio también refleja la madurez de quienes diseñan las atracciones. “Ya no somos adolescentes”, afirma. “Ahora buscamos crear recuerdos compartidos, más que sensaciones extremas”.
A esto se suma un límite físico inevitable. Desde que Disneyland revolucionó el sector en 1959 con los raíles de acero en tubo redondo, que permitieron formas más complejas y suaves, la carrera por superar récords de altura y velocidad fue intensa. Pero la física pone freno a la innovación constante: más altura, giros y velocidad siempre deben ser seguros para el cuerpo, y eso limita hasta dónde se puede llegar.
Esto no significa que la búsqueda de récords haya desaparecido por completo. En Arabia Saudita, Six Flags Qiddiya City prepara Falcons Flight, la montaña rusa más alta, rápida y larga del mundo: 195 metros de subida, 250 km/h y 4.250 metros de recorrido. Sin embargo, estas excepciones son impulsadas por inversiones millonarias más que por la tendencia general del mercado.
Hoy, los parques de atracciones prefieren ofrecer diversión para todos: aventuras compartidas, recuerdos en familia y emociones moderadas, dejando atrás la época en la que la adrenalina lo era todo.


