Reglas y secretos oscuros del trabajo como yacht girl

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¿Qué significa realmente ser una «yacht girl»? 🌊

Cuando pensamos en yates de lujo, aguas cristalinas y fiestas exclusivas, es fácil imaginar un estilo de vida glamoroso. Sin embargo, detrás de ese brillo superficial se esconde una realidad mucho más compleja: el enigmático mundo de las yacht girls, mujeres jóvenes reclutadas para trabajar —o acompañar— en embarcaciones de lujo durante extensas travesías.

Aunque muchas lo ven como una oportunidad para viajar gratis y conocer personas influyentes, la experiencia puede estar cargada de reglas no escritas, expectativas cuestionables y, a veces, entornos tóxicos.

¿Quiénes son las “yacht girls”? 🚤

No existe una única definición para el término, pero generalmente hace referencia a mujeres jóvenes que pasan tiempo en yates junto a propietarios multimillonarios, celebridades o empresarios de alto perfil. Algunas trabajan oficialmente como azafatas o en la tripulación, mientras que otras son invitadas —o contratadas— para socializar con los huéspedes y brindar «compañía» durante las travesías.

Este fenómeno ha ganado popularidad a través de redes sociales como Instagram y plataformas como TikTok, donde se muestra una vida de lujo aparentemente sin restricciones.

Tipos de “yacht girls”

A grandes rasgos, las yacht girls pueden clasificarse en dos grupos:

  • Tripulación oficial: Estas mujeres forman parte del personal contratado del yate. Cumplen funciones como limpieza, cocina, atención al huésped o asistencia general a bordo.
  • Compañía social: Aunque no tienen funciones laborales reconocidas oficialmente, su rol se enfoca en entretener y acompañar a los invitados. Este grupo es el que más suele levantar polémica debido a la línea difusa entre el ocio y lo laboral.

Reglas no escritas del mundo de las yacht girls ⚠️

Como cuenta una ex-yacht girl en declaraciones recientes al medio LADbible, este universo parece glamoroso desde fuera, pero opera bajo una serie de “códigos” a menudo no divulgados públicamente.

1. No hay privacidad

Aunque se viaje en alta mar, la privacidad es prácticamente inexistente. Muchas de estas mujeres deben compartir habitaciones minúsculas, están constantemente bajo vigilancia (cámaras incluidas) y siempre sujetas a las órdenes del capitán o del propietario del yate.

2. Expectativas implícitas

Uno de los aspectos más controvertidos es la presión para cumplir con ciertos estándares físicos y de comportamiento. Las yacht girls deben verse siempre impecables, vestir de manera elegante o provocativa (según el evento) y estar disponibles a toda hora.

3. Regla tácita: “No cuentes nada”

Debido a la exclusividad de estos viajes, muchas veces se pide a las yacht girls firmar acuerdos de confidencialidad. No se pueden tomar fotos sin permiso, ni mucho menos divulgar lo que ocurre en esos barcos. Esto crea un entorno de secretismo que protege a los poderosos y silencia las experiencias laborales difíciles o traumáticas.

Riesgos ocultos que no se ven en redes sociales 👀

Aunque en Instagram todo parezca perfecto, muchas de estas mujeres enfrentan condiciones laborales extremas o incluso situaciones peligrosas.

Ambientes tóxicos y abuso laboral

Muchas yacht girls denuncian jornadas laborales extenuantes, sin descansos, maltratos por parte de la tripulación superior o incluso comentarios sexistas por parte de los propietarios. Al estar en aguas internacionales, también se generan vacíos legales que dificultan la protección de los derechos laborales.

Según un informe de la OIT, los trabajadores marítimos, especialmente las mujeres, enfrentan numerosos desafíos relacionados con el acoso y la explotación en altamar.

Explotación sexual encubierta

Una de las críticas más fuertes hacia esta práctica es la delgada línea entre el trabajo recreativo y la explotación. Algunas mujeres han recibido propuestas de índole sexual a cambio de bonos o “regalos”. En los casos más extremos, se han denunciado situaciones que rozan la trata de personas, aunque es difícil rastrear casos concretos debido al secretismo de la industria.

El atractivo que sigue atrapando a miles 🌟

A pesar de estas advertencias, el mundo de las yacht girls sigue captando la atención de muchas jóvenes. ¿Por qué? La respuesta puede encontrarse en factores como:

  • Promesa de viajes exóticos.
  • Acceso a lujos inalcanzables para la mayoría de las personas.
  • Posibilidad de conexiones sociales poderosas (algunos terminan en relaciones o contratos con figuras influyentes).

En muchas ocasiones, los propios influencers que comparten estos viajes no muestran el trasfondo real de su experiencia, creando una imagen distorsionada de lo que significa vivir como una «yacht girl».

Conclusión: glamour o riesgo, ¿vale la pena?

El universo de las yacht girls es un claro ejemplo de cómo la realidad puede divergir por completo de la imagen vendida en redes sociales. Aunque puede sonar tentador —viajar gratis, vivir con lujos, conocer famosos—, el coste emocional, físico y ético puede ser alto.

Si estás considerando esta alternativa, es clave informarse, hablar con exmiembros del sector y conocer tus derechos laborales según las normativas de trabajo marítimo en el Reino Unido o de tu país de residencia. La vida en un yate puede ser mágica, pero también esconde realidades que muchas prefieren no contar.

La pregunta final es: ¿cuánto de tu libertad y bienestar estás dispuesto a cambiar por un estilo de vida aparentemente glamoroso? ⛵

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