Robert De Niro, a sus 82 años, sigue apostando por nuevos desafíos fuera de la pantalla grande. El legendario actor anunció una inversión de 250 millones de dólares para construir un complejo hotelero exclusivo en Barbuda, la isla caribeña que fue uno de los refugios predilectos de la princesa Diana.
El proyecto llevará el nombre “The Beach Club Barbuda” y estará ubicado en la icónica Princess Diana Beach, un paraíso de arena blanca y aguas turquesa que inmortalizó la relación de la princesa con el mítico K Club en la década del noventa. La inauguración está prevista para finales de 2026.
El complejo contará con 17 villas de lujo, algunas de más de 500 metros cuadrados, con piscina privada y acceso directo al mar. Además, se pondrán a la venta alrededor de 20 residencias privadas, con precios que arrancarán en 12 millones de dólares. Cada propiedad ofrecerá comodidades exclusivas como sala de cine, cava de vinos y mobiliario de diseño.
La conexión de De Niro con Barbuda comenzó hace más de 30 años, cuando visitó la isla en barco. Desde entonces, regresó en múltiples ocasiones, al punto de establecer allí una casa de verano que fue dañada por el huracán Irma en 2017. Esa residencia será demolida para construir una de mayor tamaño con cancha de tenis, cumpliendo un deseo personal del actor.
La apuesta empresarial de De Niro forma parte de la expansión global de Nobu Hospitality, la firma que cofundó y que ya cuenta con más de 60 restaurantes y 19 hoteles en todo el mundo. La isla, además, se ha vuelto más atractiva para el turismo de élite gracias al nuevo aeropuerto Burton-Nibbs, capaz de recibir jets privados y consolidar el perfil premium de Barbuda.
Sin embargo, el proyecto no está exento de polémica. Diversas asociaciones locales advierten sobre el riesgo de desplazar tierras comunitarias y generar presión sobre los recursos naturales. El primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, defendió la iniciativa como parte de una estrategia para atraer inversión y desarrollo, aunque las críticas por el impacto social y ambiental persisten.
Frente a ello, De Niro aseguró que su visión prioriza la integración con el entorno natural: las construcciones no superarán un piso y quedarán ocultas entre la vegetación, con un diseño a cargo del reconocido paisajista Raymond Jungles.
Con esta inversión, Barbuda se perfila como un refugio exclusivo para la élite global, en un entorno cargado de historia y glamour por la huella de la princesa Diana y la apuesta de uno de los actores más influyentes de Hollywood.
