Cuando llega la jubilación, una de las grandes preguntas es dónde y cómo pasar los años de retiro. Para Marty y Jess Ansen, una pareja de ancianos australianos, la respuesta fue tan inesperada como soñada: decidieron vivir en cruceros de manera indefinida, porque resulta más barato que pagar un asilo.

Desde junio de 2022, los Ansen convirtieron los barcos de Princess Cruises en su nuevo hogar. En apenas año y medio ya han pasado más de 500 días navegando y reservaron 51 cruceros consecutivos para continuar con esta vida flotante. Su travesía los ha llevado por la costa de Australia, Nueva Zelanda, Hawái y las paradisíacas playas del Pacífico Sur.
Para la tripulación del Coral Princess, donde viajan actualmente, se han transformado en parte de la familia: incluso los capitanes los llaman “sus segundos padres”.

La decisión llegó tras hacer cálculos financieros y descubrir que, sorprendentemente, vivir a bordo era más barato que un asilo. A esto se suma el atractivo de tener todo incluido: comidas, entretenimiento, limpieza y compañía constante.
“Es una vida maravillosa. No tenemos que lavar ropa ni hacer la cama, solo subir a bordo y seguir viviendo”, cuentan los Ansen, quienes disfrutan de cenas, espectáculos, bailes y múltiples actividades diarias.
Su historia se volvió viral y hoy inspiran a miles de personas a repensar cómo podrían ser los años de jubilación: no en una residencia, sino en unas vacaciones eternas en altamar.

