En Mérida, Yucatán, una historia que conmovió a miles en redes sociales tuvo un final feliz: el perro apodado “Canelo”, que se volvió viral tras ser adoptado simbólicamente como “inspector” del IE-TRAM, finalmente fue identificado por su verdadero dueño y regresó a casa.
El lomito, de pelaje café rojizo, comenzó a frecuentar la terminal de transporte ubicada en La Plancha, donde trabajadores de la Agencia de Transporte de Yucatán (ATY) lo acogieron con alimento, cuidados y hasta le entregaron un gafete con el cargo de “Lomito inspector”. Videos publicados en la página de Facebook Yucatán Hermoso mostraban al perro moviendo la cola entre los pasajeros, lo que despertó ternura y una avalancha de comentarios positivos.
Sin embargo, detrás de la simpatía se escondía una realidad distinta: el can no era callejero. Su nombre verdadero es Rocky, y llevaba semanas perdido. Según un boletín difundido en redes sociales, el perro se había extraviado el 4 de septiembre, cuando saltó una reja de más de dos metros tras asustarse por una tormenta.
Gracias a la viralización del caso, su propietario, Ian Olvera, lo reconoció en las publicaciones y se puso en contacto con el personal de transporte. “No podemos contactarte directamente por esta vía, por lo que te pedimos acudir al CETRAM para poder entregártelo”, respondieron desde la ATY. Así, tras su breve pero entrañable etapa como “inspector”, Rocky pudo volver con su familia.
En redes, el regreso del perro fue celebrado con humor y alivio. Entre los comentarios se leían frases como: “Tengo duda si le pagaron su finiquito” o “Seguramente no alcanzó prima de antigüedad, aguinaldo y menos vacaciones”.
La otra cara: los perros en situación de calle en Yucatán
Aunque el caso de Rocky tuvo un final positivo, puso nuevamente sobre la mesa la problemática de los perros en situación de calle en la región. Según datos del INEGI, en México existen entre 28 y 29,7 millones de perros y gatos, de los cuales hasta 23 millones no tienen un hogar, lo que convierte al país en el que más animales domésticos en condición de calle registra en América Latina.

En Mérida, hacia finales de 2024 se estimaba la presencia de alrededor de cinco mil perros callejeros, cifra que prácticamente se duplica si se consideran las comisarías cercanas. Pese a campañas de esterilización y adopción responsable, el abandono y la falta de compromiso en la tenencia de mascotas siguen siendo los principales factores detrás de esta crisis.
La historia de Rocky —o Canelo para los usuarios del IE-TRAM— deja en claro cómo la empatía y la difusión en redes pueden cambiar el destino de un animal, al mismo tiempo que recuerda la necesidad de reforzar la responsabilidad social hacia las mascotas.
