El Zoológico y Jardín Botánico de Oklahoma City celebra un momento extraordinario: el nacimiento de un langur de François, una especie en peligro de extinción, con un pelaje naranja brillante que lo hace único y fascinante. Con menos de 3.000 ejemplares en estado salvaje, cada nacimiento de esta especie es un evento de gran importancia para la conservación.
El bebé llegó al mundo el 8 de septiembre, fruto de los padres Pam y Ripley, dentro del hábitat Sanctuary Asia. Esta nueva incorporación representa no solo un nacimiento, sino también un rayo de esperanza para la especie, que enfrenta graves amenazas en su hábitat natural.
Mientras que los adultos lucen un pelaje negro con rayas blancas similares a patillas, los bebés destacan por su color naranja vívido, que les permite ser fácilmente vistos y protegidos por los adultos. Con el paso del primer año, su pelaje cambiará gradualmente a negro, generando un espectáculo visual único que asombra a los visitantes. Además, poseen una cresta prominente en la frente, que les da una expresión perpetuamente sorprendida y un encanto especial.
Esta no es la primera cría de Pam y Ripley: en 2024 nació Fera, y ahora la familia se ha expandido nuevamente. El pequeño macho ya es visible para los visitantes, que pueden observarlo mientras explora cautelosamente su entorno bajo la supervisión de sus padres.
El nacimiento de este langur de François trasciende la curiosidad: cada cría en cautiverio representa un avance significativo para la conservación de la especie. El zoológico, que recibe más de un millón de visitantes al año, cumple un rol crucial en la preservación de especies amenazadas y es miembro acreditado de la Asociación de Zoológicos y Acuarios.
«Es increíblemente especial«, expresaron los representantes del zoológico, destacando que este pequeño primate no solo crece físicamente, sino que simboliza la esperanza renovada para su especie. Los visitantes pueden verlo en el hábitat Sanctuary Asia, donde se aferra a su madre o explora su entorno, recordándonos la fragilidad y belleza de la vida salvaje y la importancia de los esfuerzos de conservación en zoológicos modernos.
Este adorable bebé naranja se convierte en un embajador de su especie y un símbolo de esperanza para las futuras generaciones de langures de François.

