Una escena digna de una película de acción sorprendió a los automovilistas en una ruta de Sudáfrica, cuando un león logró escapar del camión en el que era trasladado sedado, trepó al techo del vehículo en movimiento y saltó a la carretera, desatando el pánico entre los conductores.
El hecho ocurrió cuando el animal, que estaba siendo transportado desde la provincia de Free State hacia una reserva privada en Putfontein, logró abrir una escotilla del camión. Contra todo pronóstico, el felino de 250 kilos y 1,2 metros de altura al hombro escaló las paredes lisas del vehículo, salió por la abertura y se mantuvo varios kilómetros sobre el techo mientras el camión avanzaba a unos 100 km/h.
Los testigos no podían creer lo que veían: el león, apodado “el maneater”, parecía “surfear” el viento mientras el vehículo continuaba su marcha. Recién cuando otros conductores lograron alertar al chofer, el camión se detuvo en la banquina.
Fue entonces cuando el león saltó al asfalto, se reincorporó y trotó hacia la banquina, donde caminó alrededor de un kilómetro hasta recostarse bajo un árbol, todavía bajo los efectos de la sedación.
El veterinario Anton Nel, del Lichtenburg Animal Hospital, encabezó el operativo de rescate junto a la policía local. “Las paredes del camión eran lisas y de unos 2,5 metros de alto, pero el león logró escalar y salir por una escotilla muy pequeña. Fue una fuga extraordinaria”, relató.
Nel explicó que al llegar, el felino aún estaba relajado. “Le aplicamos otro dardo tranquilizante y, después de unos metros, se durmió. Pudimos cargarlo nuevamente sin complicaciones para continuar el viaje”, contó el especialista.
El león fue finalmente entregado sano y salvo a su nuevo dueño, Pat Loots, propietario de la reserva Pamaronons Safaris, quien aseguró que el animal “no sufrió ningún daño y se encuentra 100% seguro”.

Sin embargo, el episodio generó una fuerte polémica en Sudáfrica. La Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad contra los Animales anunció que inspeccionará el nuevo hogar del felino para verificar las condiciones de su traslado y bienestar.
Los expertos recuerdan que los leones pueden correr hasta 80 km/h y pesar más de 250 kilos, por lo que cualquier error en su contención puede tener consecuencias graves. Actualmente, se estima que solo quedan unos 22.000 ejemplares en estado salvaje en África.
El insólito escape reavivó el debate sobre la seguridad en el transporte de animales salvajes y la necesidad de reforzar los controles para evitar situaciones que pongan en riesgo tanto a los animales como a las personas.

