Desde el 1 de noviembre, Italia se convirtió en el primer país del mundo en exigir el uso obligatorio de casco a todos los esquiadores y snowboarders, sin importar la edad. La medida forma parte de la actualización del Decreto Legislativo 96/2025, que refuerza la seguridad en todas las estaciones de montaña del país.
Hasta ahora, la obligación solo alcanzaba a los menores de 18 años, pero la nueva normativa amplía la exigencia a adultos, practicantes de snowboard, usuarios de trineo y cualquier persona que realice actividades sobre nieve dentro de los dominios esquiables.
Multas, controles y retirada del forfait
Quienes decidan ignorar la nueva regla se enfrentarán a multas de hasta 150 euros o incluso a la retirada temporal del forfait. Aunque las estaciones no tienen permiso para sancionar, los Carabinieri sí podrán realizar controles directamente en pista, igual que ya hacen con quienes esquían fuera de zonas autorizadas o sin seguro obligatorio.
Aun así, el impacto podría ser limitado: entre el 95% y el 97% de los esquiadores italianos ya utiliza casco de manera habitual. Como explicaron responsables de estaciones en los Dolomitas, “la mayoría de los usuarios ya ve el casco como parte esencial del equipo”.
Un refuerzo clave antes de los Juegos Olímpicos de Invierno
La medida llega en un contexto de fortalecimiento general de la seguridad, impulsado también por la cercanía de los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina 2026. Además del casco, Italia exige desde 2021:
- Seguro de responsabilidad civil para acceder a pistas
- Límites de velocidad dentro de las estaciones
- Controles aleatorios de alcohol y drogas
Italia marca el camino en Europa
Con esta decisión, el país consolida su papel como referente en la regulación de los deportes de invierno. Estudios internacionales señalan que el casco puede reducir hasta un tercio de las lesiones craneales graves, lo que refuerza el carácter preventivo de la medida y su alineación con los estándares más modernos de seguridad.
Italia no solo adelanta una tendencia global, sino que también envía un mensaje claro: en la montaña, la seguridad es tan importante como el deporte.
