Un equipo internacional de científicos realizó uno de los descubrimientos más sorprendentes de la última década: bajo los glaciares de la Antártida encontraron los restos de un pueblo antiguo que podría reescribir lo que sabemos sobre la presencia humana en el continente más remoto del planeta.
El hallazgo fue posible gracias a tecnología de radar de penetración, uno de los métodos más utilizados para cartografiar el subsuelo antártico. Este sistema, capaz de atravesar capas de hielo de cientos de metros, reveló estructuras arquitectónicas, canales de agua dulce y formaciones que no corresponden a procesos naturales.

“Estos restos arquitectónicos no son formaciones naturales. Indican la presencia de una sociedad organizada que habitó la Antártida hace miles de años”, explicó la glacióloga Christine Dow, líder del estudio.
Los científicos también detectaron canales subterráneos de agua dulce, evidencia de que —en algún momento remoto— la región pudo haber tenido un clima mucho más cálido y habitable. Este dato respalda hipótesis recientes que sostienen que el continente no siempre fue la vasta extensión helada que conocemos hoy.
El avance del calentamiento global jugó un papel clave en el descubrimiento: el aumento de las temperaturas aceleró el derretimiento de los glaciares, dejando al descubierto vestigios que habían permanecido ocultos durante milenios. Aunque este proceso representa un riesgo para el ecosistema, también permite a los científicos acceder a capas profundas del continente antes inaccesibles.
“Los ríos subglaciales están transformando la geología del continente. No solo estamos perdiendo hielo, sino también descubriendo una historia oculta bajo él”, señaló Anna-Mireilla Hayden, especialista en hidrología glacial.
El hallazgo abre la puerta a nuevas investigaciones sobre esta civilización perdida, cuyos orígenes, costumbres y forma de vida podrían aportar información clave sobre la historia humana y la adaptación a climas extremos.
Los científicos esperan que futuros estudios permitan recuperar más restos y reconstruir cómo era este asentamiento, considerado ya uno de los descubrimientos arqueológicos más intrigantes de los últimos años.

