El Parque Arqueológico Nacional de Sacsayhuamán y el Templo de San Pedro Apóstol de Andahuaylillas fueron distinguidos recientemente con la Jerarquía 4, la máxima categoría que puede recibir un atractivo turístico a nivel internacional. El reconocimiento fue otorgado por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo del Perú (Mincetur), a través de las Resoluciones Viceministeriales N° 068-2025-MINCETUR/VMT y N° 069-2025-MINCETUR/VMT.
Con esta clasificación, ambos monumentos quedan posicionados en el mismo nivel que íconos del turismo mundial como Machu Picchu, las Líneas de Nasca y el río Amazonas, consolidando su prestigio y ampliando la oferta de destinos peruanos de alto interés para viajeros de todo el planeta.

La Jerarquía 4 se asigna únicamente a aquellos sitios que destacan por su autenticidad, relevancia cultural, estado de conservación y capacidad para atraer grandes flujos de visitantes. Para alcanzar esta distinción, los espacios fueron sometidos a una evaluación técnica del Viceministerio de Turismo, junto con un equipo multisectorial público-privado que analizó su valor patrimonial, el impacto turístico y la demanda, siguiendo los criterios del Manual del Inventario Nacional de Recursos Turísticos del Mincetur.
La ministra Teresa Mera destacó que este logro “permite orientar inversiones, priorizar proyectos de mejora, fortalecer la conservación y posicionar estos espacios como íconos del turismo mundial”. Además, subrayó que el reconocimiento eleva el potencial turístico del Cusco como una de las regiones más diversas y atractivas del planeta.
El legado monumental de Sacsayhuamán
Ubicado en lo alto de la ciudad de Cusco, Sacsayhuamán es uno de los complejos arqueológicos más impresionantes del antiguo Tahuantinsuyo. Sus colosales muros, conformados por bloques de piedra que superan las 120 toneladas, tallados y ensamblados con precisión milimétrica sin el uso de mortero, siguen siendo una muestra extraordinaria del conocimiento arquitectónico inca.
Considerado un espacio ceremonial clave, el sitio mantiene una estrecha relación con la tradicional festividad del Inti Raymi y con la cosmovisión andina. Además de su valor histórico y espiritual, su presencia impulsa el turismo cultural y sostenible, genera empleo en la región y fortalece la identidad local. Uno de los aspectos que más pesó en su reconocimiento es el tamaño de algunas de sus piedras, consideradas las mayores documentadas de toda América prehispánica.
Andahuaylillas, la “Capilla Sixtina de América”
A unos 40 kilómetros de Cusco, el Templo de San Pedro Apóstol de Andahuaylillas destaca por su impresionante riqueza artística y por ser uno de los máximos exponentes del barroco mestizo latinoamericano. Conocido como la “Capilla Sixtina de América”, alberga murales del pintor Luis de Riaño, retablos de gran valor histórico, un órgano del siglo XVII y un artesonado que combina técnicas europeas con simbolismos indígenas.
Integrante del reconocido Circuito Barroco Andino, el templo representa la fusión entre el arte colonial y las tradiciones andinas. Su incorporación a la Jerarquía 4 refuerza su papel dentro del turismo cultural, religioso y vivencial del sur peruano, destacando tanto por la calidad de su patrimonio como por la profunda conexión con las comunidades locales.

Perú suma 14 atractivos de máximo nivel
Con esta nueva inclusión, el país alcanza 14 recursos turísticos catalogados con Jerarquía 4, distribuidos en regiones como Cusco, Puno, Ica, Lima, La Libertad, Arequipa, Loreto y Lambayeque.
Entre los principales destacan la Reserva Nacional del Titicaca (Puno); las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa (Ica); la Ciudad Sagrada de Caral y el Centro Histórico de Lima; el complejo de Chan Chan en La Libertad; el Valle del Colca y el Centro Histórico de Arequipa; el río Amazonas en Loreto; y el Santuario Histórico Bosque de Pómac en Lambayeque.
La región Cusco concentra ahora cinco destinos con esta máxima distinción: Machu Picchu, Ollantaytambo, el Centro Histórico de Cusco, Sacsayhuamán y Andahuaylillas.
Este avance consolida a Perú como uno de los países con mayor diversidad de patrimonios turísticos reconocidos internacionalmente, reafirmando al turismo como un pilar clave para el desarrollo económico y cultural nacional.


