Los días alcohol libre en vacaciones con todo incluido terminan para personas que piensan viajan a las Islas Baleares.
En un intento por tomar medidas enérgicas contra el «turismo incívico» y el comportamiento antisocial en los complejos vacacionales de Mallorca e Ibiza, el gobierno de las Baleares ha preparado una serie de propuestas para llevar a cabo.
Las propuestas, que están resultando controvertidas para los veraneantes, están ahora en sus etapas finales de redacción y, cuando se establezcan, pretenden poner fin al alcohol ilimitado en las vacaciones que ofrecen todo incluido.
Cualquier invitado que desee una bebida en cualquier lugar de un complejo tendrá que solicitar que lo sirva un mesero e incluso se les pedirá que paguen si están fuera del comedor durante el almuerzo o durante la cena.
No habrá acceso libre a cervezas o bebidas alcohólicas en los refrigeradores y se establecerán reglas adicionales con respecto a las capacidades de los huéspedes.
Además de la propuesta de alcohol, el Gobierno Balear busca ser más respetuoso con el medio ambiente al reducir el uso de plásticos de un solo uso, como cubiertos y tazas, en complejos vacacionales con todo incluido.
Actualmente, los plásticos de un solo uso son populares entre los complejos con todo incluido para reducir el lavado y, por motivos de seguridad y salud, junto a la alberca y en la playa.
Además de buscar ser más respetuosos con el medioambiente y librar una guerra contra el «turismo poco ecológico», también será obligatorio que los complejos All Inclusive se registren en el gobierno; actualmente hay unos 270 registrados, pero se cree que muchos más están prosperando en el país.
Estas controvertidas disposiciones aún no se han presentado formalmente para su implementación.
Otra vez víctimas de una de las peores modas del turismo: el Balconing
La última víctima del balconing había aterrizado hacía apenas unas horas en Mallorca procedente de Alemania para pasar unos días de vacaciones con sus amigos en Playa de Palma. Tenía 23 años y, como muchos jóvenes germanos que veranean en esta zona, un arenal repleto de restaurantes, tiendas y pubs en primera línea de playa, salió con sus amigos a beber y divertirse. En un momento determinado de la tarde del pasado lunes, el joven subió a la planta duodécima del hotel en el que se alojaba y, bajo los efectos de una sustancia tóxica que la autopsia se encargará de concretar, cayó al vacío desde una de las ventanas del pasillo. La caída de varios metros de altura para aterrizar en un patio interior fue mortal en el acto.
Este alemán es la sexta víctima mortal este verano. Cuatro personas más fallecieron tras precipitarse de terrazas en hoteles y apartamentos de Magaluf, un menor de 14 años murió tras caer de un segundo piso en un hotel de Playa de Muro y se han registrado una docena de heridos graves por caídas desde establecimientos de Mallorca e Ibiza. Ni los folletos que los visitantes reciben en las recepciones de los hoteles ni las ordenanzas locales con multas para quienes intenten pasar de un balcón a otro ni las campañas de la Asociación Británica de Agencias de Viajes han servido para frenar los accidentes, que se redujeron el verano pasado con apenas cinco casos —ninguno mortal— y se han disparado este 2018.
Esta mujer fue detenida por tiempo indefinido en Dubai por tomar alcohol durante su vuelo
Ellie Holman, una dentista británica, que viajaba a Dubai con su hija de cuatro años, fue arrestada por aceptar una bebida gratis en su vuelo de Emirates. Puede sonar como una locura, pero en realidad es solo el resultado de las leyes increíblemente estrictas de Dubai sobre el consumo de alcohol.
Al aterrizar, se le informó que su visa había expirado y que tendría que regresar inmediatamente a Inglaterra. Reacia a embarcarse en otro largo vuelo con su hija pequeña, rechazó la petición, y al sentir hostilidad, el oficial le preguntó si había estado bebiendo, a lo que contestó:
“Sí, tomé una copa de vino en el vuelo. Me dieron gratis los empleados de Emirates Airline”. Continuar leyendo…