Cuando vemos este tipo de videos realmente no podemos comprender hasta dónde llega la crueldad humana. Y hace tiempo no veía una escena tan denigrante como esta: un joven australiano se filmó atropellando con una camioneta a un grupo de emúes mientras ríe a carcajadas.
El cruel protagonista se llama Jacob Macdonald, tiene 20 años y vive en Pinnaroo, en el sur de Australia, y es hijo de un granjero y una oficial policial. Claro que el video generó una ola de repudio mundial luego de que un usuario de Facebook difundiera las imágenes para denunciar el hecho y que se haga justicia.
El video muestra al hombre riéndose a carcajadas mientras arrolla a una decena de animales. «Esto es genial. Le he dado a este también y a ese», dice riendo.
Macdonald cerró sus cuentas en redes sociales y se mantiene escondido. Su ex novia habló con medios locales y señaló que es un hombre que suele ir a cazar con amigos y que quedó muy mal psicológicamente desde que su noviazgo se rompió en el pasado mes de julio. «Sus padres deben estar indignados por lo que hizo, ellos sí son buenas personas», dijo.
La grabación provocó gran indignación en las redes sociales: se reclamaba la detención y castigo. Por ello, las autoridades australianas detuvieron al hombre.
El arresto se produjo este viernes y el detenido se enfrenta a varios cargos por «crueldad animal». Según la policía el vídeo se grabó en Cowangie, una localidad situada a 500 kilómetros al noroeste de Melburne.
La pena máxima para una persona hallada culpable de matar vida silvestre nativa en el estado Nueva Gales del Sur es de USD 22.000 en multas y hasta cinco años en prisión.
Compartió un video ‘cabalgando’ sobre la espalda de un tiburón ballena y ahora está detenido
Realmente no se puede creer: un buceador se grabó en video “montando” sobre el lomo de un tiburón ballena en las aguas de Indonesia y luego claro fue detenido por las autoridades del país.
El hecho sucedió en la bahía de Cenderawasih, en Bali, Indonesia. En las imágenes se puede observar cómo el submarinista se sujeta a ambos lados de la cabeza de la criatura, mientras los otros dos submarinistas se agarran a los lados del tiburón ballena. Como si fuera poco, el hombre hace un gesto de “Ok” a la cámara, orgulloso de sí mismo. Continuar leyendo…