Un lugar que cobra 250 dólares por dormir la siesta en pleno Nueva York

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Redactora Social
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A pocas cuadras de Times Square, en plena ciudad de Nueva York, se encuentra un oasis urbano donde las personas que se encuentren muy cansadas en la mitad del día pueden frenar a tomar una siesta.

Esa es la idea detrás de Nap York, que se inauguró en febrero, ofreciendo siestas de 30 minutos en cápsulas para dormir por 15 dólares la media hora, y hay opciones adicionales para membresías mensuales.

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Por 35 dólares al mes, puedes ir a Nap York para una siesta de 30 minutos por semana. La membresía más cara es la Gold Premium de 250 dólares al mes, que incluye cinco siestas, hasta 90 minutos cada una, por semana. También puede reservar una siesta más larga a partir de 50 dólares por tres horas, cada hora adicional que cuesta 7 dólares.

Los visitantes también pueden tomar una ducha, recibir un masaje o relajarse en una de las hamacas.

Glasgow abre un gimnasio para ir a dormir la siesta

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Mientras el mundo del fitness se vuelve más intenso con modalidades como el crossfit o las carreras extremas un gimnasio de Glasgow ofrece una clase en una cama en la cual la única actividad será dormir una siesta de 45 minutos.

Así que si quieres mantenerte en forma pero no te gusta moverte, transpirar y todo es, el ‘napercise’ podría estar a punto de hacer tus sueños realidad.

David Lloyd Clubs está probando un nuevo entrenamiento innovador que consiste en nada más que subir a una cama y dormir por 45 minutos.

Las sesiones se han pensado en respuesta al estrés de la vida moderna. El ejercicio está dirigido a padres exhaustos y los beneficios incluyen regenerar la mente, el cuerpo y hasta quemar algunas calorías.

Esta idea surgió a partir de una  investigación que revela que se existe una “epidemia de cansancio” en todo el Reino Unido, con un 86% de padres que admiten sufrir de fatiga debido a que duermen menos de cinco horas por noche.

Este gimnasio cambia las bicicletas fijas por camas individuales y se escuchan melodías para ayudar a calmar la mente a partir de sonidos atmosféricos y así lograr el ejercicio: una siesta reparadora. Continuar leyendo…

 

 

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