Cynthia Obie fue con un amigo al casino del hotel MGM National Harbor, en el condado de Maryland. Pero de repente sucedió algo increíble: mientras jugaba en las máquinas tragamonedas, se dio cuenta de que todos los símbolos coincidían. Si, había ganado.
La mujer ganó el premio máximo del juego pero estuvo a punto de perderlo por culpa de un empleado del casino.
Cuando se acercó a la caja para cobrar el premio, le pidieron su identificación y sus datos personales. Y en ese entonces fue cuando uno de los empleados se confundió: anotó mal su número del seguro social.
Por eso, la persona que apareció en el sistema figuraba que le debía plata al estado de Maryland por una manutención infantil. Y, como consecuencia, le confiscaron el premio de inmediato.
Aunque el personal del casino admitió su equivocación, no podían hacer nada ya que debían esperar a que la Justicia actuara. Por ello, la mujer se fue a su casa sin un solo centavo.
El casino hasta intentó persuadirla con 200 dólares en créditos para juegos y un par de cupones de bebidas gratis. Pero Obie no se iba a dar por vencida e insistió en cobrar lo que le correspondía.
Finalmente, una semana después la mujer confirmó que la vicepresidenta de Operaciones del casino se acercó hasta su casa y le entregó su dinero.