Los bares de la Habana: una razón adicional para visitar Cuba, más que suficiente y para todos los amantes de los buenos cócteles.
A esta altura podría decirse que Cuba es uno de los destinos más elegidos por todos aquellos que disfruten, no sólo de viajar, sino encontrar esa mágica combinación de playas hermosas, gente increíble y una historia más que interesante.
Razones para viajar a esta maravillosa isla cuanto antes, no debieran faltar, pero por si todavía no estás del todo decidido a continuación te resumimos brevemente, algunas de los principales motivos por el cual Cuba tiene que ser tu próximo viaje.
Razones para ir a Cuba
1. Es viajar en el tiempo
2. Tiene playas blancas increíbles y un hermoso mar turquesa
3. Las ciudades coloniales son mágicas
4. Tiene el clima perfecto
5. La cultura, tradiciones y la gente
Pero, cómo te mencionábamos al principio de la nota, hay una razón adicional. Más que suficiente y para todos los amantes de los buenos cócteles. Los bares de la Habana.
Los bares pocos conocidos de la Habana
Todos sabemos que hay bares muy famosos como son La Bodeguita del Medio y El Floridita. Sin embargo hay varios bares pocos conocidos, dispersos a través de la capital cubana, que realmente valen la pena conocer.
A continuación nuestra lista de los bares ocultos o poco conocidos de la Habana.
1. La Dichosa
Este es un bar colorido y animado que recrea la atmósfera cubana contemporánea en el boulevard de Obispo. Siempre tocan música tradicional cubana en vivo
Si bien es un poco pequeño, La Dichosa es conocido por su música en vivo y un extenso menú de bebidas. La mayoría de las veces toca a los que visiten el bar, amontonarse para que los músicos puedan dar su espectáculo sin problema. Sin embargo esto puede convertirse en algo muy divertido. Es para obligada para probar el mojito, escuchar buena música y continuar recorriendo la noche por el casco antiguo de la ciudad.
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2. El Chanchullero
“Todo lo que sucede, sucede por una razón”
Así dicen unos jóvenes autodidactas que dan vida a un bar mágico.
Donde la fusión de lo real maravilloso juntan música, comida y bebidas en un ambiente no convencional.
Así es El Chanchullero.
Este lugar un tanto irreverente, es todo lo contrario a los bares típicos como La Bodeguita. Tanto que los dueños de El Chanchullero decidieron tomar el enfoque opuesto y hay letreros alrededor del lugar que dicen «Hemingway nunca estuvo aquí.» Además de un gran sentido del humor, los tragos son increíbles y hay un menú variado de comida para todos los gustos.
3. Sloppy Joe’s Bar
Sloppy Joe’s Bar es un bar histórico que reabrió sus puertas en 2013 después de permanecer cerrado durante 48 años.
Este bar recibió a los turistas durante más de cuatro décadas y ofreció más de 80 cócteles además de la marca propia de ron de 12 años del bar. Durante las décadas de 1940 y 1950 fue un imán para las celebridades estadounidenses, así como para los turistas que desean mezclarse con ellas.
Pero un incendio en los años 60 cerró el establecimiento para siempre.
Hasta que en 2007 comenzó la extensa y lenta restauración. Está ubicado en la esquina de las calles Animas y Zulueta en La Habana Vieja (Habana Vieja). El edificio se encuentra detrás (en la misma cuadra) del Hotel Plaza.
4. El Polvorín
Este magnífico bar se encuentra ubicado en el mismo castillo de El Morro y tiene unas excelentes vistas panorámicas del puerto de La Habana desde la terraza. Es un gran lugar para visitar hasta tarde, ya que permanece abierto hasta altas horas de la madrugada. Si bien los mojitos son muy buenos, también hay muchos otros tragos que vale la pena probar.
El Polvorín es uno de esos sitios donde parece que el tiempo se congeló, cuando todo era más sencillo y la gente no tenía tanta prisa. Aunque abre todo el día, el Bar El Polvorín suele llenarse al caer la noche.
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5. Fábrica de Arte Cubano
No es casualidad que este sea el último de la lista. Lejos, pero muy lejos, mi sitio favorito en toda la Habana (si hablamos de bares). Aunque en realidad no es simplemente un bar.
La Fábrica de Arte Cubano (FAC), es en realidad un centro cultural. Ellos mismos lo denominan como un gran laboratorio de creación interdisciplinario que expone lo mejor del arte contemporáneo de Cuba, con un marcado enfoque social y comunitario.
Era una antigua fábrica de aceite trasformada en un espacio generalista que se abre al intercambio entre las diversas manifestaciones artísticas que conviven en el mismo edificio.
No cuento más. ¡Vayan!
