9 de cada 10 personas en todo el mundo están expuestas a niveles de contaminación que superan los niveles de seguridad señalados por la Organización Mundial de la Salud. La cifra es alarmante y más que nada preocupante.
Desde el año 1974, todos los 5 de junio se conmemora la fecha del Día Mundial del Medio Ambiente para hablar sobre la concientización en la protección y el mejoramiento del medio humano. Y sobre todo, también para pensar la importancia de trabajar en medidas para evitar que este escenario siga afectando al bienestar de los pueblos y al desarrollo económico del mundo entero.
La celebración del Día Mundial del Medio Ambiente -que paradójicamente de celebración no tiene nada- representa una ocasión más que indicada para poner de relieve lo mucho que dependemos de la naturaleza y la salud de nuestro planeta. ¿Cómo es el agua que bebemos? ¿Cómo son los alimentos que nos llevamos a la boca? ¿De qué está compuesto el aire que respiramos? Todo depende de la protección del mundo natural. Y que nos quede claro: se trata de nuestro mundo natural.
La actividad humana amenaza constantemente al medioambiente. Tal es así, que durante la edición 2019 del Día Mundial del Medio Ambiente, se ha marcado que el eje que atravesará la jornada sea la lucha contra la contaminación del aire. En la actualidad, el 92% de los habitantes del mundo no respira aire limpio.
Según la OMS, alrededor de siete millones de personas mueren cada año por exposición al aire contaminado, tanto en interiores como en exteriores. Los tres principales asesinos atribuibles a la contaminación del aire son los accidentes cerebrovasculares (2.2 millones de muertes), enfermedades del corazón (2.0 millones), enfermedades pulmonares y cáncer (1.7 millones de muertes). Alrededor de 3.8 millones de muertes ocurren cada año como resultado de la exposición del hogar al humo de las cocinas y los combustibles.
La contaminación del aire causa más muertes que otros factores de riesgo como el consumo de alcohol y la inactividad física.
Los niveles más elevados de contaminación del aire ambiente se registran en la Región del Mediterráneo Oriental y en Asia Sudoriental, donde los niveles medios anuales suelen quintuplicar con creces los límites establecidos por la OMS. Siguen a continuación las ciudades de ingresos bajos y medianos de África y el Pacífico Occidental.
Frente a esto, Naciones Unidas se ha propuesto como objetivo sensibilizar sobre las graves consecuencias que esto trae a la vida humana y a la preservación de los ecosistemas y sus respectivas especies.
¿Cómo se genera la contaminación en el aire?
Que no la veamos no significa que no existe: la contaminación atmosférica está en todas partes. Por esto, entender los diferentes tipos de contaminación y cómo afectan a la salud humana y al medio ambiente nos llevará a implementar medidas y tomar decisiones en pos de cuidar el aire que respiramos.
Las causas en la contaminación del aire se deben a los usos domésticos, el funcionamiento de industrias, transportes, agricultura y otros desperdicios.
Por empezar, el hogar se constituye como la principal fuente de contaminación en el ambiente de las casas a partir de la quema de combustibles fósiles, madera y otros elementos para cocinar y prender fuegos. A su vez, las industrias en funcionamiento generan una cantidad importante de contaminación del aire: entre ellas las centrales eléctricas que queman carbón.
Mención aparte merece el transporte en el mundo, que representa un cuarto de la emisión de dióxido de carbono en todo el planeta. Aunque la proporción aumenta constantemente. En cuanto a la agricultura y su contaminación que produce metano y amoníaco se puede establecer que alrededor del 24% de todos los gases de efecto invernadero que se emiten en el mundo son de origen de la agricultura, silvicultura y otros usos del suelo. Y por su parte, la quema de residuos a cielo abierto y los desechos orgánicos en los vertederos liberan a la atmósfera dioxinas nocivas, furanos, metano y carbono negro. A nivel mundial, se estima que 40% de los residuos se queman al aire libre, lo cual genera un gran problema y en especial resulta más grave en las regiones que se están urbanizando y en los países en desarrollo.
¿Cómo ayudar?
La calidad del aire que respiramos depende de las elecciones en el estilo de vida que hacemos todos los días. Algunas de las recomendaciones que han dado los especialistas en cuidado del medioambiente consideran que para empezar a preservar la atmósfera en la que vivimos podríamos:
- utilizar el auto sólo en condiciones necesarias
- racionar el uso del agua y demás recursos naturales
- mantener la luz de hogares apagada
La ONU establece que la contaminación del aire es un problema global de salud pública. El derecho al aire limpio también es un derecho humano. Consta en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.