Desde Noruega a Canadá, una joven ejemplar de zorro ártico recorrió 3.506 kilómetros en solo 76 días.
La zorra partió de Spitsbergen, en el archipiélago noruego de Svalbard, el 26 de marzo de 2018, y llegó a la isla de Ellesmere, en Canadá, el 10 de junio de ese mismo año.
Este fue, según los científicos, el primer seguimiento vía satélite de la dispersión de esta especie entre continentes.
El animal es uno de los 54 ejemplares que el Instituto Polar Noruego ha estudiado desde 2012 a través de collares con dispositivos de seguimiento por satélite.
La distancia total registrada desde que comenzó el seguimiento fue el 1 de marzo del año pasado, hasta que se asentó en la isla de Ellesmeere cuatro meses después. El collar transmitía una señal durante tres horas diarias.
Moviéndose a través del hielo marino y los glaciares, el zorro se movió a un promedio de 46,3 kilómetros por día y un día recorrió la friolera de 155 kilómetros, cuando estaba en la capa de hielo en el norte de Groenlandia.
Los investigadores creen que la gran cantidad de tierra cubierta ese día podría indicar que el zorro usó el hielo marino como un «medio de transporte».
Según los investigadores, hay muy pocas poblaciones de esta especie de zorro totalmente aisladas, aunque el rápido calentamiento del Ártico, que derrite el mar helado, podría cambiarlo.
Estos zorros fueron salvados de ser sacrificados y ahora vivirán en un templo budista
Alrededor de 170 zorros iba a ser sacrificados en una granja de pieles en China, pero Karen Gifford -una activista anima- llegó justo a tiempo para salvarlos y darles una nueva vida.
Los zorros bancos habían sido criados en una granja de pieles, obviamente con fines comerciales. Pero, por falta de dinero, el lugar no podía continuar con su negocio y decidieron cerrarlo. El único problema era que había que matarlos o encontrarles un nuevo lugar para vivir.