Mis días del visado como argentina en Europa se estaban por terminar y sinceramente no quería regresar a casa, en Quilmes. Mi corazón por fin empezaba a sanarse luego de una ruptura amorosa y todo empezaba a cobrar otro sentido en mi vida y fue ahí cuando las palabras de varias personas de mi círculo de confianza empezaron a resonar en mi cabeza.
«Vani, más adelante vas a entender por qué fue lo mejor que te podría haber pasado esta separación». Me estaba conociendo a mi misma, me estaba reinventando y estaba descubriendo un mundo nuevo, otra cultura.
Otros sabores y otra realidad.. me estaba enamorando de este nuevo estilo de vida mundano y me estaba sintiendo muy bien. Regresar sería quizás interrumpir mi evolución y cortarle las alas al deseo que tenía en ese momento. Así que sin dudarlo, saqué mi celular del bolsillo y empecé a buscar en google voluntariados por el mundo.
Sabía que muchas personas te brindan alojamiento y comidas a cambio de jornadas de trabajo en sus huertas, granjas y hasta hogares. Entonces me informé muchísimo y me aseguré de encontrar a la persona justa. Algún lugar seguro y confiable donde poder ir a trabajar sin gastar de mis (pocos) ahorros para así poder continuar la aventura y seguir llenándome de experiencias alrededor del mundo.
Mi primer voluntariado fue en Alemania, en una granja: trabajando en el campo a diario recolectando flores para Aromaterapia, frutillas para mermeladas y limpiando establos. Amaba este voluntariado por que trabajábamos chicos de todo el mundo hasta tal punto de ser más 90 personas de todas las naciones conviviendo y compartiendo cada día de nuestras vidas.
Fue una experiencia hermosa ya que mi inglés mejoró muchísimo y aprendí muchas tareas nuevas como ordeñar vacas y hacer yogur. Luego con el tiempo me enteré que estuve en una especie de secta (historia aparte que algún día contaré en otro post).
Al tiempo elegí un voluntariado en Gales, Reino Unido. Trabajaba en un hostel haciendo un poquito de todo, desde recepción, limpieza y hasta sacar a dar un paseo a los huéspedes mostrándoles la ciudad. Lo genial de vivir en un hostel es que conoces a muuuchas personas de todo el mundo.
No me voy a olvidar jamás de ese grupito de Polacos que me regalaron un ticket vip para ver carreras en motos en el estadio de Cardiff. Una experiencia que jamás olvidaré, como cuando estuve de Au Pair en Gales cuidando de la hermosa Mollie y paseando a Juno, una preciosa dálmata que me sacaba a pasear por los Jardines del Reino Unido.
Si te gustan los niños y tenés paciencia, ser Au pair es una experiencia de lo más enriquecedora. Yo lo hice varias veces en Italia y les puedo asegurar que me llevé el corazón lleno de amor y un hogar.
Hacer voluntariados no siempre es la mejor experiencia, hay veces en los que los «host» ( personas que te hospedan y te dan el trabajo ) se aprovechan y te dan trabajos muy duros y dificiles o te cambian las reglas a ùltimo momento. Por eso es MUY importante charlar las condiciones desde un principio para que no haya malos entendidos. Me pasò de haber comprado mis tickets para ir a Noruega a voluntarear a una granja de cabritas en las islas Lofoten.
Mi sueño era ver auroras boreales y esta pareja de viejitos no tuvo mejor idea que decirme a una semana de iniciar el voluntariado como pastora (tenía que llevar a pastar a las cabritas en la montaña cada día a cambio de alojamiento y comida).
Ellos iban a programar unas cirugías que debían hacerse para el mes en el que yo iba y así yo los podría llevar al baño, bañar y cambiar vendajes en vez de trabajar con las cabras. Si, claro que amablemente les dije que no estaba apta ni especializada para ese tipo de voluntariado así que les agradecí la oportunidad y busqué otro.
Voluntariados hay miles, desde criaderos de Siberian Husky en el norte de Noruega, hasta cuidar pandas en China o enseñar en una escuela de Africa. Podés recorrer literal el mundo, llenarte de experiencias y simplemente soñar a lo grande. También vas a poder agregar tus experiencias en tu CV que siempre son un plus.
No te olvides de hacer un perfil super completo agregando todas tus habilidades y gustos, fotos y una linda carta de presentación bien predispuesta para que la gente confíe en ti y se interese en alojarte e incluirte a trabajar con ellos.
Se responsable y cumple con las fechas, vas a ver que los voluntariados son un viaje de ida. Yo ya voy dos años y medio, ¿vos empezaste a organizar tu nuevo estilo de vida?