Se trata ni más ni menos que de un integrante de la familia real de Mónaco, quien ha decidido embarcarse el miércoles con destino a Nueva York.
El joven es el hijo menor de Carolina de Mónaco y prevé cruzar el Atlántico durante las próximas dos semanas. La noticia ha causado impresión ya que se trata de un miembro de la nobleza que ha decidido renunciar a los lujos y la galantería para sumarse y acompañar la causa de Greta Thunberg, la joven activista reconocida por su decisión y entusiasmo por participar en la Cumbre sobre la Acción Climática que tendrá lugar en Nueva York durante la fecha del 23 de septiembre.
Además de sumarse en cuerpo y alma a la iniciativa, también ha decidido colaborar de manera especial. Es él ni más ni menos quien ha ofrecido su velero de competición para poder realizar la travesía: una embarcación armada durante el año 2015 e integrado con elementos y condiciones amigables para el medio ambiente: no emite carbono, está compuesta por paneles solares y turbinas subacuáticas, lo cual permite hacer uso de la electricidad a bordo sin largar material contaminante.
Lo cierto es que Pierre Casiraghi parece haber sido apodado como el «príncipe ecologista» por grandes medios internacionales europeos, y es que no sería la primera vez que el príncipe toma partido y se compromete con causas sobre el impacto y desarrollo ambiental, según relata el medio español El País, Pierre hizo público en ocasiones anteriores Malizia Ocean Challenge, un proyecto para generar conciencia sobre la contaminación de los océanos y en efecto pedir y reclamar por la investigación del estado de los mismos. Como no podía ser de otra manera, la propuesta lleva el nombre del barco conocido en la familia real como «el malicioso».
Este viaje ha de ser histórico para Casiraghi ya que atravesará 3.000 millas náuticas para llegar a Nueva York. Acompañarán, por supuesto, la joven Greta, el padre Svante Thunberg (también artista sueco) y Boris Herrmann, un marinero alemán que lo acompañará en el manejo de la nave. Cabe destacar que, las dos semanas que se encuentren a bordo del velero, no contarán con baño, ni duchas, ni cocina, ni camas.
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Fueron publicadas unas fotos devastadoras que muestran a un elefante desnutrido, tan demacrado, que se le marca cada hueso de su cuerpo. Como si eso no fuera suficiente, lo disfrazan para actuar en festivales. Continuar leyendo…