Ocurrió en Argentina, más exactamente en la provincia de Catamarca. ‘Martita‘, como apodan cariñosamente a la señora llamada Marta Carrizo, tiene 75 años y se ha convertido en la protagonista de una historia de superación personal por demás emocionante.
Aunque lamentablemente el ritmo del mundo nos exige día a día cumplir con objetivos a corto plazo y hacerlo lo más rápido posible, siempre surgen testimonios de personas que nos demuestran que nunca es tarde para hacer lo que uno quiere: en este caso, Martita demostró que se puede ser estudiante y seguir aprendiendo aún cuando el sistema laboral indica que se está por fuera de ser productiva.
En una entrevista al aire en una de las emisoras de radio más destacadas del país, Martita dio detalles sobre sus actuales proyectos y cómo fue que decidió continuar estudios que se encontraron postergados.
A los 40 años ingresó por primera vez a la escuela secundaria y recuerda ese momento impactada porque sus compañeros de entonces «tenían entre 12 y 15 años». Luego de finalizada esa etapa, decidió anotarse en la universidad y dar inicio de sus estudios sobre turismo. Lamentablemente, en los años 1990, la mujer oriunda de Catamarca comenzó a estudiar pero se vio obligada a abandonar por problemas familiares: «Ahora que estoy mas estabilizada decidí retomar«.
Como si fuera poco, Martita obtuvo un 10 de calificación en el último trabajo que presentó en el Instituto de Catamarca. De esta manera consagró su nuevo título intermedio de Guía Turístico, al haber finalizado el Seminario del segundo año.
La tesis o trabajo final que presentó ante los docentes a cargo de la evaluación se llama ‘El granado de la abuela‘ y gira en torno al informe sobre un terreno que se encuentra a 300 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca. Dicho terreno perteneció a su abuela, y luego fue heredado por la mamá de Marta y que ahora ella piensa preservar y destinar a su hija y nietas.