Indignante: la caza de delfines en la zona de Taiji es una de las tradiciones más arraigadas en esta costa japonesa.
Desde el mes de septiembre hasta abril, los pescadores trabajan para cazar a los delfines, ya sea para consumirlos como alimento o para venderlos a privados o parques zoológicos.
Pese a las críticas que ha generado este tipo de actividad, este año nuevamente se volvió a retomar esta sangrienta caza. Y es que la técnica utilizada es realmente cruel: consiste en asustar a los grupos de animales en alta mar y arrinconarlos en pequeñas bahías donde son sacrificados de forma masiva o capturados con vida para su venta a particulares y parques zoológicos.
Esta tradición se ha convertido desde hace años en un motivo de denuncia de diversas organizaciones conservacionistas, tal como lo denunciaba la famosa película documental The Cove, en 2009.
La organización conservacionista Ric O’Barry’s Dolphin Project, una de las críticas más fuertes sobre esta práctica, ha seguido a las embarcaciones pesqueras, y lo seguirán haciendo durante los seis meses que dura la temporada de caza.
Sin embargo, las críticas no han servido absolutamente para nada y la temporada de caza se ha iniciado con aparente normalidad el 1 de septiembre de este año.
Japón vuelve a cazar ballenas con fines comerciales después de 30 años de moratoria
Indignante: dos barcos balleneros japoneses zarparon este lunes en la primera caza comercial de esos cetáceos en más de 30 años.
Los barcos partieron desde el puerto de Shimonoseki, en la costa oriental de Japón, donde fueron despedidos por los vecinos, autoridades locales y nacionales y se organizó una ceremonia para desear suerte a los pescadores.