Como parte de sus nuevas normas de protección a las ballenas, Canadá emitió la primera multa contra un guía por navegar demasiado cerca de un cetáceo, en aguas de Columbia Británica, en agosto pasado.
Scott Babcock recibió la orden de pagar una multa de 1.500 dólares (2.000 dólares canadienses). Fue declarado culpable de molestar a una ballena jorobada al acercarse a 100 metros de ella en un bote mientras saltaba de las aguas de la costa del Pacífico de Canadá.
Además, Babcock debió realizar dos días de servicio comunitario educando al público sobre la seguridad de navegación alrededor de las ballenas.
El incidente ocurrió en el canal Work, unos 50 kilómetros al norte de Prince Rupert, en la provincia de Columbia Británica.
En el 2005, la ballena jorobada fue catalogada como una especie en peligro, pero el 2011 su status fue subido a una especie a la que hay que dedicar «especial preocupación».
Por eso, Ottawa fortaleció las protecciones a estos mamíferos marinos requiriendo que los navegantes se mantuvieran al menos a 100 metros de la mayoría de las ballenas, delfines y marsopas. También está prohibido alimentarlas o nadar con ellos.