La ciudad quiere crear cuatro nuevas instalaciones de GNR como parte de su ambición de crear una economía circular.
El desperdicio de alimentos es uno de los mayores contribuyentes del mundo a los gases de efecto invernadero: desechamos un tercio de lo que producimos.
La basura de los residentes de Toronto pronto impulsará la recolección de más basura.
La ciudad canadiense dice que quiere convertirse en uno de los primeros lugares en América del Norte en convertir el biogás creado a partir de desechos orgánicos en combustible para alimentar sus vehículos de recolección de desechos, generar electricidad y calentar hogares
El sistema de circuito cerrado estará operativo a partir de marzo de 2020, cuando los restos de comida y los desechos biodegradables de la ciudad comenzarán a llevarse a una instalación de digestión anaeróbica de nueva construcción para su procesamiento. El biogás liberado será capturado y convertido en gas natural renovable (RNG), y luego inyectado en la red de gas natural de la ciudad.
El sistema reducirá significativamente la huella de carbono de la flota de residuos de Toronto, con estimaciones que sugieren que la instalación podrá producir suficiente gas cada año para alimentar la mayoría de sus vehículos de recolección.
Desde 2010, Toronto ha estado pasando gradualmente de los camiones con motor diesel a los más silenciosos y más ecológicos. La ciudad también ha construido una serie de estaciones de reabastecimiento de combustible RNG.
Una vez en la red, el gas también podría usarse para electricidad o calefacción.
Un enfoque circular
Tanto el biogás como el gas creado por los desechos en los vertederos pueden actualizarse para crear RNG mediante la eliminación de dióxido de carbono y otros contaminantes. El biogás producido a partir del desperdicio de alimentos de Toronto actualmente se quema, o se quema, lo que según la ciudad es una práctica estándar de la industria, pero no aprovecha su potencial como fuente de energía renovable.
Como parte de su ambición de convertirse en una economía circular, Toronto espera crear cuatro sitios de procesamiento de RNG, produciendo gas de dos de sus instalaciones de digestión anaeróbica para desechos orgánicos y dos de sus vertederos. Una vez que estén en funcionamiento, la ciudad dice que podrán producir el equivalente de gas de sacar 35,000 automóviles de la carretera durante un año.
El RNG se considera un producto de carbono negativo, porque la reducción general de las emisiones por no usar combustibles fósiles y enviar desechos orgánicos al vertedero supera las emisiones del uso y la creación de RNG.
El problema del desperdicio de alimentos.
A nivel mundial, la comida constituye una gran parte de nuestros desechos. Alrededor de un tercio de todos los alimentos producidos en todo el mundo nunca se comen.
Si el desperdicio de alimentos fuera un país, sería el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero en el mundo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Cuando se tiene en cuenta la huella de carbono creada por el cultivo, la cosecha, el transporte, el procesamiento y el almacenamiento de alimentos, los desechos son casi equivalentes a las emisiones globales del transporte por carretera.