Solo necesitamos modificar un par de lugares para que el cuento de «El flautista de Hamelín» aplique perfecto para la situación. Reemplacemos Alemania por Francia y Hamelín por París y pareciera que esa historia está inspirada en la situación actual de Francia.
…Una pequeña ciudad al norte de Alemania, llamada Hamelin. Su paisaje era placentero y su belleza era exaltada por las riberas de un río ancho y profundo que surcaba por allí. Y sus habitantes se enorgullecían de vivir en un lugar tan apacible y pintoresco.
Pero… un día, la ciudad se vio atacada por una terrible plaga: ¡Hamelin estaba lleno de ratas!
París está sufriendo una invasión de ratas, ¡no estoy exagerando! Cuando estás caminando por las banquetas de la ciudad te chocas con esos asquerosos roedores. Y en los parque ni hablemos… se ven grandes grupos buscando comida por todo el lugar. La más afectada fue la plaza de la Tour Saint-Jacques, la cual tuvo que ser cerrada al público ya que había ratas en los senderos, el césped y compitiendo con las palomas por las migas que siempre dejan los visitantes.
Es una situación preocupante ya que los exterminadores locales no recuerdan haber tenido que luchar con una invasión de ratas (y de ninguna otra plaga) de esta magnitud. Sospechan que todo esto empeoro debido a la comida que dejan los turistas para las palomas.
En este momento París está en una situación crítica, pensando cómo deben hacer para poder controlar las ratas y así volver a la normalidad. Y ahora, ¿quién podrá defender a la ciudad de París? Si apareciera el el flautista de Hamelín definitivamente sería su salvación.
– Perdonen, señores, que me haya atrevido a interrumpir su importante reunión, pero es que he venido a ayudarlos. Yo soy capaz, mediante un encanto secreto que poseo, de atraer hacia mi persona a todos los seres que viven bajo el sol. Lo mismo da si se arrastran sobre el suelo que si nadan en el agua, que si vuelan por el aire o corran sobre la tierra. Todos ellos me siguen, como ustedes no pueden imaginárselo.
Principalmente, uso de mi poder mágico con los animales que más daño hacen en los pueblos, ya sean topos o sapos, víboras o lagartijas. Las gentes me conocen como el Flautista Mágico.