Se ha filmado a activistas climáticos metiéndose en la Fontana de Trevi de Roma y tiñendo el agua de negro.
Alrededor de 10 miembros del grupo Ultima Generazione (Última Generación) se metieron a la Fontana de Trevi el domingo (21 de mayo) y mostraron pancartas que decían (traducido) ‘no paguemos por fósiles’, antes de corear ‘nuestro país se está muriendo’.
Se podía ver a agentes uniformados sacando a los manifestantes del agua mientras los espectadores gritaban burlas e insultos.
Todos los activistas involucrados en la manifestación fueron arrestados y enfrentan cargos de vandalismo, según la policía de Roma.
La protesta se produjo después de que al menos 14 personas murieran en graves inundaciones en la región de Emilia-Romaña, en el norte de Italia. Las inundaciones provocaron lluvias equivalentes a seis meses en solo 36 horas y obligaron a unas 36.000 personas a abandonar sus hogares, además de cortar el suministro eléctrico a 20.000.
En un comunicado, el grupo explicó que el acto de teñir el agua de negro con carbón ‘presagia el escenario del fin del mundo’ al que nos dirigimos, a medida que pisamos cada vez más el acelerador: ‘sequía alternada con devastadoras inundaciones, que pondrán un fin de la vida en la Tierra, junto con las olas de calor’.
Uno de los manifestantes llamado Mattia explicó por qué había participado y dijo: «[Es] porque la horrible tragedia vivida en estos días en Emilia Romagna es una advertencia del futuro negro que le espera a la humanidad».
El grupo ha pedido el fin de todos los subsidios a los combustibles fósiles y destacó que una cuarta parte de las casas en Italia son vulnerables a las inundaciones.
El alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, condenó las protestas y escribió en un tuit (traducido): «Basta de estos ataques absurdos a nuestro patrimonio artístico. Hoy se manchó la Fontana de Trevi. El proceso de limpieza será complejo y costoso, y esperemos que no haya ninguna daño permanente Invito a los activistas a competir en un terreno de confrontación sin poner en riesgo los monumentos».
Y añadió: «Gracias a la rápida intervención de la Policía Local se evitó lo peor. Ahora es necesaria una intervención que requerirá el uso de recursos públicos y derrochará 300.000 litros de agua».
La agencia de noticias italiana Ansa informó que no hubo daños permanentes en la fuente, ya que el carbón negro se había asentado en la impermeabilización y no en la mampostería.
La protesta es la segunda acción de este tipo desde abril, cuando una protesta similar vio a activistas del mismo grupo vertiendo carbón en una fuente del siglo XVII en Roma conocida como La Barcaccia.