Dos investigaciones realizadas por científicos del Conicet, la Universidad Nacional de La Plata y otras instituciones públicas encendieron las alarmas sobre la presencia de residuos plásticos en la fauna argentina, tanto terrestre como marina. Los estudios, publicados en las revistas El Hornero y Environmental Pollution, revelan que los plásticos ya forman parte del hábitat y la alimentación de muchas especies del país.
Según el Banco Mundial, en Argentina se generan 1,1 millones de toneladas de residuos plásticos al año, una cifra que impacta directamente en la biodiversidad.
Plásticos en los nidos de las aves
El primer estudio, liderado por Magalí Yassin, analizó 884 nidos de 30 especies en el partido de Punta Indio, provincia de Buenos Aires, entre 2022 y 2024. Los investigadores encontraron que el 17,7% de los nidos contenía fragmentos plásticos, principalmente hilos, bolsas de polietileno y restos de pesca.
Las especies más afectadas fueron el benteveo y el carancho, aunque también se hallaron restos en nidos de chimango y tijereta. En algunos casos, los plásticos provocaron lesiones, estrangulamientos e incluso muertes.
“Las aves confunden materiales naturales con plásticos, y eso puede causar graves daños”, explicó Yassin.
La bióloga destacó la necesidad de mejorar la gestión de residuos, fomentar el reciclaje y promover el consumo responsable. “Se trata de reducir la contaminación que impacta directamente en la biodiversidad”, señaló.
Microplásticos en peces y aves marinas
El segundo trabajo, encabezado por el investigador Andrés Ibáñez, detectó microplásticos en peces anchoítas y en aves marinas como el gaviotín golondrina, que se alimentan de ellos. El estudio, realizado en la Reserva Natural Rincón de Ajó (Bahía Samborombón), analizó 120 peces y determinó que el 40,83% contenía partículas plásticas, en su mayoría fibras.
“Los microplásticos pasan de los peces a las aves a través de la cadena alimentaria. Es una ruta de contaminación silenciosa”, explicó Ibáñez.
Estas diminutas partículas —de menos de 5 milímetros— provienen de residuos urbanos, industriales y agrícolas, y llegan a los ríos y mares tras fragmentarse objetos de uso cotidiano.
Un llamado urgente a la acción
Los científicos coinciden en que el avance de la contaminación plástica en los ecosistemas argentinos obliga a actuar con rapidez. Proponen monitoreos permanentes, políticas de reducción de plásticos y una gestión más eficiente de los residuos.
“El plástico ya forma parte del día a día de la fauna argentina”, advierten los especialistas.
Y aunque los estudios son solo una muestra de una problemática mucho mayor, el mensaje es claro: sin un cambio profundo en los hábitos humanos, los plásticos seguirán invadiendo cada rincón de la naturaleza.
