Ya suman 18.000 los infectados en todo el país y, aunque los demás países de la región se enfrenten a cifras mucho más dramáticas, estos números parecen indicar que lo peor aún no llegó para Argentina.
Cabe recordar que el primer caso positivo de coronavirus se registró hace exactamente tres meses, el 3 de marzo. Desde hace una semana, la cantidad de casos diarios reportados supera las 700 personas. En efecto, la tasa de infectados ya incide en 38,4 cada cien mil habitantes.
Así mismo, en las últimas 24 horas hubo 14 muertes por COVID-19, ascendiendo el total de víctimas fatales a 570.
El hecho de registrar determinada cantidad de contagiados en un día podría considerarse como un dato relativo. No se trata de que durante la jornada del martes hubieran aparecido unos 904 nuevos casos, sino que se han registrado como positivos contagios ante la confirmación mediante test de personas que ya presentaban síntomas del virus.
Es decir, tan sólo 904 han sido confirmados en una sola jornada mientras tantos otros aguardan a la espera del correspondiente hisopado para determinar si también son portadores del virus.
Dicho esto, la preocupación parece ir en aumento en Argentina. Si bien el escenario parece ser el esperado, donde médicos y especialistas advierten que el pico de contagio se ha ido retrasando al punto tal de que ahora se espera para fines de junio, lo cierto es que el aumento en la cifra de contagiados convierte un posible panorama en un contexto real.
Hasta el momento, según cifras de la Organización Mundial de la Salud, en el mundo ya se han contagiado 6.306.318 personas por el COVID-19. Del total, 376.210 pacientes fallecieron y 2.716.924 lograron recuperarse.
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