Un joven estadounidense de 24 años fue arrestado en la India luego de protagonizar un acto tan arriesgado como irresponsable: viajó en secreto a una isla donde habita una de las tribus más aisladas y protegidas del mundo, con la intención de filmar su encuentro y obtener imágenes únicas para las redes sociales.
Mykhailo Viktorovych Polyakov, el influencer en cuestión, logró llegar a la isla Sentinel del Norte, un territorio absolutamente prohibido para cualquier visitante. Allí vive la tribu de los sentineleses, una comunidad indígena que mantiene un contacto nulo con el mundo exterior y cuya población se estima en unas 150 personas.
Un viaje prohibido y peligroso
La ley india establece que nadie puede pisar la isla ni acercarse a menos de cinco kilómetros para preservar la cultura ancestral de la tribu y, sobre todo, evitar contagios de enfermedades para los que no tienen defensas. Aún así, Polyakov llegó en un bote, tocó tierra durante cinco minutos, hizo un video, dejó una lata de Coca Cola como “ofrenda” y se llevó arena de recuerdo.
Pero antes de desembarcar, hizo sonar un silbato durante casi una hora para llamar la atención de los sentineleses, sin lograr contacto. La policía local confirmó que era su segundo intento en pocos meses por acercarse a la isla. Ahora se encuentra detenido y será interrogado durante tres días por las autoridades de las islas Andamán y Nicobar.
Un antecedente mortal
Este lugar fue escenario de un trágico caso en 2018, cuando el misionero estadounidense John Allen Chau murió a flechazos tras intentar evangelizar a la tribu. Su cuerpo jamás fue recuperado, y tampoco se abrió una investigación: el gobierno indio prohíbe cualquier contacto con los sentineleses, incluso tras un hecho fatal.
Influencers en la mira
La organización Survival International, que protege a los pueblos indígenas, ha alertado sobre una tendencia preocupante: influencers que buscan fama violando leyes y poniendo en riesgo culturas enteras. “El caso de Polyakov no es solo una violación legal, sino también un peligro para la supervivencia de una tribu que ha elegido vivir sin contacto con el mundo moderno”, advirtieron.
La tribu sentinelese sigue siendo un misterio total: su idioma, costumbres y forma de vida permanecen intactos gracias a su rechazo a cualquier contacto. Pero ese aislamiento, ahora, se enfrenta a una nueva amenaza: la viralización sin límites.
