Es preocupante. Por lo general, para esta altura de Octubre ya suele haber formada una capa de hielo en el Océano Ártico. Sin embargo, este año y por primera vez desde que consta en registros el agua del mismo no se congeló.
El retraso en el congelamiento del océano está relacionado con las cálidas temperaturas que se prolongaron en el norte de Rusia y con la intrusión de agua proveniente del Atlántico, según informó el sitio de noticias The Guardian. Los científicos por su parte advierten que esto puede generar posibles efectos colaterales en toda la región polar. «La falta de congelamiento tan avanzado el otoño no tiene precedentes en la región del Ártico siberiano«, aseguró Zachary Labe, un investigador de posdoctorado de la Universidad Estatal de Colorado. Y afirmó que esto está relacionado con el impacto del cambio climático y, por su puesto, la contribución de las personas en eso.
Labe explicó que si no se reducen de manera sistemática los gases del efecto invernadero, lo más probable es que seamos testigos del primer verano «libre de hielo» para mediados del siglo XXI. De acuerdo a un estudio publicado en Julio de este año por World Weather Attribution, este año la ola de calor siberiana se volvió al menos unas 600 veces más probable por por las consecuencias que generan las personas en el cambio climático. Además, gran parte del hielo de Ártico está desapareciendo, lo que hace que las capas que quedan por temporadas sean más delgadas. Según Walt Meier, investigador de National Snow & Ice Data Center de Estados Unidos, en términos de porcentajes, el grosor de la capa de hielo es la mitad de lo que era en 1980.
Según fue informado, la temperatura de los océanos en el área del Mar de Láptev aumentó 5 grados centígrados más que el promedio. Además, este aumento fue seguido por una ola de calor que rompió récords junto al declive de hielo del mar en el último invierno.