En el corazón de Nicaragua, en el acogedor Zoológico Thomas Belt de Juigalpa, una figura única y especial roba todas las miradas: Itzae, la puma albina. Con su nombre que significa «bendición de Dios«, esta esbelta y hermosa criatura se alza como la única de su tipo en todo el país y una de las cuatro en el mundo entero.
Nacida hace casi un año junto a dos hermanas, Itzae ha florecido bajo los cuidados especiales y el amor incondicional de quienes la visitan en el zoológico. Desde las redes sociales del parque, se comparten instantáneas de esta majestuosa criatura, con su pelaje blanco, nariz rosada y ojos celestes, irradiando vitalidad y salud.
Aunque su piel y pelaje contrastan con los tonos oscuros habituales de su especie, la peculiaridad de su albinismo la convierte en una verdadera maravilla de la naturaleza. Su presencia en el zoológico no solo atrae a miles de turistas, sino que también educa sobre la diversidad y la importancia de la conservación de especies.
Sin embargo, el camino de Itzae no ha estado exento de desafíos. En enero pasado, la joven puma tuvo que enfrentarse a un accidente que la dejó en recuperación por un tiempo. Pero gracias al cuidado dedicado de los expertos del zoológico, Itzae ha superado cada obstáculo y sigue creciendo con gracia y vigor.
Visitar el Zoológico Thomas Belt de Juigalpa es adentrarse en un mundo donde la belleza y la rareza convergen en esta singular puma albina y sus compañeros de camada. Con horarios de atención generosos, los visitantes tienen la oportunidad de maravillarse ante la presencia de esta joya blanca, un recordatorio viviente de la maravillosa diversidad de nuestro planeta.