El Faro del Caballo, situado en el municipio de Santoña, es considerado una de las mejores rutas de senderismo de España, ideal para disfrutar en noviembre. Este faro, ubicado al borde de un acantilado con vistas impresionantes al mar Cantábrico, fue construido en 1863 como guía para los barcos que navegaban en aguas accidentadas. Aunque dejó de operar en los años 90, su atractivo no ha disminuido; hoy, sigue recibiendo a miles de visitantes cada año, atraídos por la magia y la historia de la zona.
El Camino hacia el Faro
La aventura comienza en la pintoresca villa marinera de Santoña, en la iglesia de Santa María del Puerto. El recorrido avanza entre fortalezas antiguas como el Fuerte San Martín y el Fuerte de San Carlos, con la presencia de la Virgen del Puerto, una estatua que vela por los marineros. La ruta, serpenteante y en constante ascenso, ofrece vistas panorámicas sobre la bahía y las playas cercanas. En medio del bosque de encinas y laureles, los caminantes encuentran miradores naturales y puntos de descanso para admirar el paisaje.
Los Escalones hacia el Faro
La travesía culmina en los 736 escalones que descienden abruptamente hacia el Faro del Caballo. Estos escalones, tallados hace décadas por prisioneros del presidio local, son tan desafiantes como emblemáticos. Aunque la bajada es pronunciada, las vistas a lo largo del descenso lo convierten en una experiencia inolvidable. Este lugar, envuelto en leyendas de fantasmas y misterios, es un símbolo de Cantabria y una joya para quienes buscan combinar naturaleza, historia y un toque de aventura.
Con cada paso, el Faro del Caballo invita a los caminantes a retroceder en el tiempo y contemplar la costa cántabra desde una perspectiva única.