Las olas de calor y la falta de lluvias han provocado que el nivel del agua en el embalse de Mornos disminuya drásticamente, revelando las ruinas del pueblo de Kallio, sumergido desde los años 70. Lo que una vez fue una vibrante comunidad en Grecia, ahora emerge como un recordatorio inquietante de los efectos del cambio climático.
Este pueblo fue inundado deliberadamente como parte de la construcción de una presa que provee agua a gran parte del país. Hoy, tras casi cinco décadas bajo el agua, Kallio vuelve a ser visible en medio de la tierra agrietada que rodea el lago artificial.
Los lugareños, como Apostolos Gerodimos, han sido testigos del retroceso del agua. “Cuanto más baja el nivel del agua, más edificios emergen. Si no llueve este invierno, el problema será mucho peor”, comentó Gerodimos. Kostas Koutsoumbas, vicealcalde de la región, también señaló que el nivel del agua ha caído hasta 40 metros este año, una situación que no se había visto en más de tres décadas.
El cambio climático ha exacerbado las olas de calor y la irregularidad en las lluvias, lo que ha causado una crisis de escasez de agua en todo el Mediterráneo. Las islas griegas más populares, dependientes de pozos y plantas de desalinización, enfrentan una creciente presión por la afluencia turística y los efectos del clima.
Los habitantes que alguna vez vivieron en Kallio sienten una mezcla de asombro y tristeza al ver los restos de sus antiguos hogares. Konstantinos Gerodimos, de 90 años, comenta: «Antes veía el lago lleno y parecía una playa, ahora solo hay sequedad». Su esposa, María, de 77 años, agregó: «Si esto sigue, todo el pueblo volverá a la superficie, hasta la iglesia y nuestra casa».
El resurgimiento de Kallio es un triste recordatorio de que los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes en la vida cotidiana, dejando en el pasado lo que alguna vez fue una comunidad próspera.
