El Chaltén, Argentina – Una experiencia única aguarda a los amantes de la naturaleza y la aventura en la Patagonia argentina con la inauguración de Ovo Patagonia, un innovador proyecto de hospedaje que ofrece la oportunidad de pasar la noche frente al majestuoso Fitz Roy en cápsulas de vidrio adosadas a un paredón de roca de 270 metros de altura. Estas cúpulas de policarbonato contienen módulos habitacionales y prometen una experiencia incomparable.
La mente detrás de esta iniciativa es Federico Echevarría, un emprendedor apasionado por los desafíos. Después de completar la construcción de las suites de Estancia Bonanza el año pasado, surgió la idea de crear un alojamiento donde los huéspedes puedan dormir suspendidos con la máxima seguridad. Ovo Patagonia es la segunda cápsula de altura en el mundo, después de Skylodge Adventure Suites en Urubamba, Perú, que sirvió como fuente de inspiración para Federico.
«Fue un día en que mi mejor amigo me envió un correo electrónico sobre un hotel burbuja cerca de Machu Picchu y quise hacer algo similar aquí», relató Federico.
Se llevaron a cabo estudios exhaustivos sobre el impacto de las ráfagas de viento patagónicas en las cápsulas en movimiento, y se realizaron pruebas de peso especialmente adaptadas a la zona. Además, se instalaron cinco cables de acero, cada uno capaz de soportar 3.000 kilos, para garantizar la seguridad de los huéspedes.
En el proyecto participó el equipo de Perspectiva Aérea, un estudio de arquitectura, ingeniería y construcción liderado por Luis Aparicio y Ezequiel Ruete. Este equipo cuenta con más de quince años de experiencia en deportes de altura y proyectos con bajo impacto ambiental. Han trabajado en producciones como Fuerza Bruta y De la Guarda, lo que los hace expertos en el arte de moverse por el aire y, sobre todo, en garantizar la seguridad de los visitantes
Cada cápsula consta de tres niveles: en el nivel superior, se encuentra la cama; en el nivel intermedio, un lounge minimalista; y en el nivel inferior, un baño seco. Todo esto con una vista panorámica de 360 grados del Fitz Roy. El sistema de calefacción funciona mediante aire a 12 V, y un guía de montaña se encargará de llevar la cena y el desayuno a los huéspedes que pasarán la noche en estas cápsulas suspendidas. Además, se proporcionarán monóculos para que los visitantes puedan disfrutar de la contemplación de las estrellas.
El acceso a las cápsulas se realiza a través de la estancia Bonanza, que se encuentra a 12 km de El Chaltén. Desde allí, se sigue un sendero de aproximadamente 40 minutos hasta llegar a la cima del cerro donde están colgadas las cápsulas. La entrada a estas maravillas se realiza a través de una pasarela segura con cables de acero y doble mosquetón, que proporciona la vía ferrata necesaria para la travesía.
En caso de mal tiempo o vientos extremadamente fuertes que dificulten el acceso a las cápsulas, los huéspedes tienen la opción de dormir en módulos con paredes de vidrio en la cima del cerro, lo más cercano posible a la perspectiva aérea de las cápsulas.
Este emocionante proyecto ya ha recibido la habilitación de los ministerios de Ambiente y Turismo. Si todo sigue el plan previsto, las reservas estarán disponibles a principios de 2024, con la temporada principal programada para el año siguiente. Se estima que la tarifa por cápsula oscilará entre los 1.500 y 2.000 dólares estadounidenses, brindando a los aventureros una experiencia única en medio de la belleza natural de la Patagonia argentina.
