Un astronauta de la Agencia Espacial Europea ha capturado algo absolutamente increíble.
El sol ha estado distribuyendo mucha energía a medida que alcanza su máximo solar y las erupciones solares se han lanzado hacia la tierra.
Thomas Pesquet fotografió el momento en que una llamarada solar en particular iluminó la parte norte del mundo creando deslumbrantes auroras.
Escribió en Twitter: «Nos obsequiaron auroras más fuertes de toda la misión, sobre América del Norte y Canadá«.
«Increíbles picos más altos que nuestra órbita, y volamos justo por encima del centro del anillo, ondas rápidas y pulsos por todas partes».
Habría sido un espectáculo increíble y Thomas tuvo la amabilidad de tomar una foto del fenómeno natural para publicar en las redes sociales.
Lo que está presenciando son partículas altamente cargadas que han explotado desde el sol, han viajado a través del vacío del espacio, han chocado con el campo magnético de la tierra y se han desviado hacia los polos norte del planeta.
Cuando llegan a nuestra magnetosfera, las partículas interactúan con los átomos de la atmósfera superior de la Tierra y liberan energía en forma de luz.
Y listo, obtienes esta impresionante exhibición de color que, en este instante, se extendió por América del Norte y fue extraordinariamente alta.
El sol atraviesa un ciclo de aproximadamente 11 años y el máximo solar es cuando la actividad producida por el sol está en su punto máximo.
Los científicos ya en 1755 han contado el número de manchas solares en nuestro centro celeste como una forma de estimar la intensidad de cada ciclo.
Pero han estado monitoreando este último ciclo, denominado Ciclo Solar 25, y creen que podría ser el más fuerte registrado.
El ciclo anterior, que terminó en 2019, se registró como el más débil en 100 años y muchos durante el ciclo solar 25 reflejarían eso.
Sin embargo, un artículo publicado en Física Solar por investigadores de la Universidad de Warwick y el Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) cree que lo contrario es cierto.
Cómo el sol puede pasar de uno de los más bajos registrados a uno de los más altos es una incógnita, sin embargo, creen que han identificado hasta 260 manchas solares, cuando el promedio es de 179.
Las manchas solares se utilizan para ayudar a predecir el clima espacial, el estado de la ionosfera y las condiciones de propagación de radio de onda corta o comunicaciones por satélite.
Es esencial que los científicos sean capaces de detectar cambios en el sol para que tengan una advertencia anticipada de las erupciones solares que destruyen nuestros sistemas de comunicación.