En general, los aviones pueden aterrizar de emergencia por diversas razones: una falla técnica, un temporal o hasta por un problema de salud de algún pasajero. Pero esto motivo sí que nunca lo escuchamos: un avión con destino a Zúrich hizo una parada no programada en el aeropuerto de Stuttgart, luego de que una mujer se enfureció porque se negaron a servirle más champagne.
Esta mujer de nacionalidad suiza 44 años, viajaba en clase ejecutiva y reaccionó violentamente porque se negaron a servirle más champagne en el vuelo. Nadie pudo calmarla y el piloto tuvo que tomar medidas extremas.
La policía dijo que la mujer, cuyo nombre no fue revelado, fue acompañada por miembros de seguridad para que abandonara el Airbus A320. En tierra alemana, tuvo que pagar una fianza de 5.000 euros (le salió caro el enojo).
Las autoridades aclararon que los 43 pasajeros a bordo nunca estuvieron en peligro, pero que el costo total de la escala no planeada ascendía probablemente a varias decenas de miles de euros.
Pero esta no es la primera vez que un avión tiene que aterrizar de emergencia por una actitud insólita de un turista: hace un tiempo, una mujer se enteró en pleno vuelo que su marido era infiel y, por su violenta reacción, el piloto decidió hacer un aterrizaje de emergencia en medio del trayecto, mirá!