Inédito: en varias ciudades de Australia es ilegal insultar en lugares públicos. La restricción, que aplica tanto en parques, como playas y restaurantes, también implica una costosa multa.
En los peores casos, las autoridades locales también consideran como pena horas de trabajo comunitario y hasta ir a prisión.
En Nueva Gales del Sur, al noreste de la isla, si sus habitantes dicen una mala palabra en voz alta pueden afrontar una multa de hasta 660 dólares australianos. A su vez, dependiendo de la gravedad, el castigo puede elevarse a 100 horas de servicio comunitario.
Pero al sur del país, es todavía más estricto. En esa región, la multa por insultar asciende todavía más y el peor de los escenarios, la legislación también contempla la posibilidad de penar con tres meses de cárcel.
En varias ciudades de este país, es ilegal decir malas palabras en parques, playas y restaurantes.
Pero este no es el único país en el que se aplica este tipo de restricciones. En algunas ciudades de Estados Unidos, si un policía escucha a una persona insultar en la calle, también puede cobrarle una multa.