Noticia revolucionaria: Australia se convierte en el primer país del mundo en recetar sustancias psicodélicas ante cuadros de depresión y estrés. Según ha trascendido en los últimos días, la Administración de Bienes terapéuticos (TGA, en por sus siglas en inglés), permitirá recetar la psilocibina (presente en los llamados hongos alucinógenos) y MDMA (conocida también como éxtasis) para tratar dichas enfermedades.
Específicamente, el ente regulador abre la posibilidad de tratar el síndrome de estrés postraumático y ciertos tipos de depresión con dichos componentes. Esto porque la TGA, organismo que se encarga de regular los medicamentos en Australia, considera que son las únicas dos enfermedades para las que hay suficiente evidencia acerca de los posibles efectos beneficiosos.
El organismo determinó que los nuevos tratamientos aprobados reconocen la falta de opciones para pacientes con enfermedades mentales, que no han tenido respuesta con la medicación convencional. ¿Cómo funcionará la implementación? De acuerdo a lo indicado, acceder a estos medicamentos no será decisión del paciente, sino de su psiquiatra y será solo en cuando nada más funcione. El profesional solicitará a la Agencia Australiana del Medicamento, la que regula el uso de fármacos, el uso de este medicamento.
Asimismo, se dejó explicitado que deberá haber un control por parte de los médicos en cuanto a los posibles efectos adversos. Cabe destacar que la autorización a este tipo de prácticas ahora no significa que antes no se hubieran implementado: hasta el momento, las sustancias eran empleadas de manera ilegal y con fines lúdicos.
En cuanto a costos, estos fármacos serán caros en Australia: costarán alrededor de unos 10.000 dólares australianos (6.600 dólares estadounidenses) por paciente para el tratamiento. Por su parte, el éxtasis y la psilocibina no son las únicas drogas que podrían regularizarse. Se está investigando también sobre el uso médico de la ayahuasca.
La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) designó a la psilocibina como una “terapia innovadora” en 2018, una etiqueta que está diseñada para acelerar el desarrollo y la revisión de sustancias para tratar una afección grave. El mes pasado, la FDA publicó una guía preliminar para el diseño de ensayos clínicos con sustancias psicodélicas como tratamientos potenciales para afecciones médicas.
Mientras tanto, el mundo se ha hecho eco de esta decisión: se prevé que Estados Unidos pueda aprobar el uso terapéutico del éxtasis antes de que acabe el año, y Canadá e Israel también se han abierto a la posibilidad de utilizarlo para ciertas enfermedades.