El autobús funciona en la Ciudad de México desde el viernes 25 de Septiembre de 2020 y es el primero en funcionar completamente con energía eléctrica.
El primer autobús completamente eléctrico de la Ciudad de México es el comienzo de una iniciativa del gobierno local que consta en tener 10 unidades de este estilo, 100 por ciento eléctrico, para finales de este año 2020. El que entró en circulación el pasado viernes tiene 18 metros de largo, capacidad para 160 usuarios y fue desarrollado gracias a una colaboración entre las autoridades de la ciudad, ENGIE, MOBILITY ADO y MIVSA, que es la empresa que tiene la concesionaria de la Línea 3 que es a la que pertenece el autobús, según informó El País.
El vehículo tiene puertos USB para que las personas puedan cargar sus dispositivos, espacios exclusivos destinados a personas en sillas de ruedas y también otros para animales de compañía y cuenta con puertas retráctiles. De acuerdo a declaraciones de la Jefa de Gobierno de la ciudad, Claudia Sheinbaum, «Es la primera unidad del Metrobús totalmente eléctrica que opera en la Ciudad de México y nuestro objetivo es seguir avanzando en la electromovilidad: autobuses y trolebuses que operen con electricidad, para ir desplazando al diésel«.
El recorrido del autobús consta desde Tenayuca a Etiopía y la carga le alcanza para recorrer 330 kilómetros. De acuerdo a El Heraldo de México, la mandataria comunicó que la implementación del mismo implica un beneficio para el usuario y para la operación del Metrobús, ya que reduce los costos de operación. Sin dudas, también es un gran avance en términos ambientales. «Esto nos ayuda en dos áreas muy importantes: la reducción de emisiones contaminantes y de gases de efecto invernadero, que provocan el cambio climático, y aun cuando el costo de inversión es un poco mayor, a larga es mucho más barato, por la vida útil del autobús«.
De acuerdo a El País, el vehículo se carga durante las noches y necesita de tres horas y medias para completar la carga. Además, en comparación con un autobús que es impulsado con diésel, el que fue implementado en Ciudad de México reduce el uso de energía en un 80% y, al cabo de diez años, evita la emisión de 1300 toneladas de carbono.